Israel y Hamas siguen negociando en la que es “quizás la última chance para una tregua en Gaza", según Estados Unidos, pero los indicios de que vayan a alcanzarla no son promisorios. Apenas horas después de que el Secretario de Estado de Biden, Antony Blinken, dejara Israel con la promesa de que el país hebreo aceptaría su propuesta estadounidense, consistente en tres fases, Hamas dijo este martes que la rechaza y la calificó de “golpe de Estado” porque no incluye dos de sus principales demandas; un alto el fuego integral en la Franja y la retirada del Ejército israelí del enclave. Ahora, las negociaciones continuarán en Egipto, pero el tiempo parece agotarse cuando fueron hallados sin vida rehenes israelíes y mientras el grupo islamista, junto a otra milicia palestina, reivindicaron un atentado suicida en Israel, que no tuvo víctimas fatales, excepto el agresor.
“Lo que se presentó recientemente al movimiento constituye un golpe de Estado contra lo que las partes alcanzaron el 2 de julio, con base en la propia declaración de Biden del 31 de mayo y la Resolución 2735 del Consejo de Seguridad del 11 de junio, y se considera una respuesta y aquiescencia estadounidense a las nuevas condiciones del terrorista (sic) Netanyahu”, dijo hoy el grupo en un comunicado. Hamas aludió así a la propuesta de la administración demócrata que consiste en tres fases. En la primera, de seis semanas, se haría “un alto el fuego total y completo; la retirada de las fuerzas israelíes de todas las zonas pobladas de Gaza; la liberación de varios rehenes (...) a cambio de prisioneros palestinos”, además de liberación de estadounidenses en manos de Hamas y de “restos de rehenes asesinados”, según anunció en mayo Biden. Los palestinos -civiles- regresarían a todas las zonas de Gaza y la ayuda humanitaria aumentaría. En la segunda fase se liberaría a todos los rehenes vivos restantes, incluidos los soldados varones; las fuerzas israelíes se retirarían de Gaza; “y siempre y cuando Hamas cumpla con sus compromisos”, se llegaría al cese de las hostilidades de forma permanente’. La fase tres contempla “un gran plan de reconstrucción para Gaza” y la devolución de los “restos de los rehenes asesinados”. En junio, esta propuesta fue aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU (Rusia se abstuvo).
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Luego, EE.UU. presentó varios borradores, los cuales fueron aceptados ‘a priori’ por Hamas. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hizo luego modificaciones e incluyó nuevas condiciones, como el control israelí de los llamados corredores Filadelfia -frontera entre la Franja y Egipto utilizada durante años por Hamas para adquirir armas- y Netzarin, una ruta militar creada por Israel que parte el enclave en dos. Estas condiciones fueron rechazadas por Hamas. El Cairo también presiona para que Israel se retire del único paso fronterizo de Rafah, el único de Gaza que no era controlado por los israelíes antes de la guerra.
Pese a esa negativa, el grupo quiso desentenderse del posible fracaso de la propuesta. Los islamistas llamaron “engañosas” las declaraciones del lunes a la noche de Biden, a su salida de la convención del Partido Demócrata en Chicago, donde dijo que el grupo se está “alejando” de la posibilidad de alcanzar un acuerdo. La milicia y partido que gobierna la Franja de Gaza dijo en el texto que está “deseoso” de poner fin a la incursión israelí en el enclave. Cabe recordar que el único punto de acuerdo de cese al fuego se alcanzó en noviembre pasado. Y si bien solo duró una semana, fue el hecho que permitió la mayor liberación de rehenes israelíes (y de otras nacionalidades) a cambio de la liberación de presos palestinos y el aumento del ingreso de ayuda humanitaria. Y desde la presentación de la propuesta estadounidense, Israel y Hamas se han mostrado más o menos cercanos a aceptar la propuesta, según el momento.
Israel ha dicho en reiteradas ocasiones que no está dispuesto a que la Franja de Gaza siga gobernada por Hamas, pero tampoco ha aceptado un gobierno del otro liderazgo palestino que gobierna en Cisjordania, la Autoridad Nacional Palestina, y hasta el momento no ha presentado un plan para “el día después” de su retirada del enclave. Por otro lado, Hamas sostiene que la propuesta no implica un compromiso de cese al fuego definitivo y la retirada de Israel desde el comienzo del acuerdo. El temor es que Israel retome su ofensiva. Además, el regreso de los civiles a sus casas es imposible debido al escenario catastrófico en que se ha convertido el enclave palestino, donde no hay infraestructura ni condiciones sanitarias básicas.
En tanto, después de estar el lunes reunido con Netanyahu y en su novena gira por Medio Oriente desde el 7 de octubre, Blinken llegó este martes a la ciudad de Al Alamein, en el norte de Egipto, para conocer la posición de Hamas. La cadena de noticias egipcia Al Qahera News, cercana a los servicios de Inteligencia de ese país, informó que el funcionario de Biden se reunió con el presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, en su residencia de verano. Posteriormente, Blinken se dirigirá a Qatar, país en el que reside el liderazgo político de Hamas, y donde está previsto que se retomen las negociaciones entre las partes.
El tiempo para un acuerdo se agota
Así lo señaló Blinken durante su visita a Israel el lunes y así también presionan los familiares de los rehenes israelíes, que este martes, recibieron la confirmación de parte del Ejército de que hallaron los cadáveres de seis civiles que Hamás había secuestrado con vida en su ataque del 7 de octubre de 2023. Si bien la mayoría de ellos, excepto uno, ya habían sido dados por fallecidos, el movimiento de familiares y amigos de los que continúan secuestrados exhortan al Gobierno de Netanyahu a que alcance un acuerdo con Hamas. Son 109 los que continúan secuestrados y se estima que al menos un tercio de ellos se encuentran sin vida. Sin embargo, existen sectores dentro del actual Gobierno israelí, principalmente del movimiento nacional colono, que presiona para no llegar a un acuerdo con los palestinos y reivindican la estrategia militar como la única posible.
Otro factor que habla del agotamiento del tiempo es la reaparición de los atentados suicidas en territorio israelí por parte de palestinos. El lunes, la Policía de Israel y el Shin Bet anunciaron el que un artefacto explosivo que detonó el domingo por la noche en el sureste de Tel Aviv fue un intento de atentado terrorista, según citó el diario israelí Haaretz. El hombre que llevaba los explosivos en el cuerpo, murió, mientras que una persona que circulaba cerca resultó herida por la explosión y fue trasladado a un hospital en estado moderado. Tanto Hamas como el grupo armado Yihad Islámica reivindicaron la explosión y amenazaron con llevar a cabo nuevos atentados suicidas en Israel “mientras continúen las masacres de los ocupantes y la política de asesinatos selectivos”.