La decisión que emitió la Corte Internacional de Justicia -máximo tribunal de las Naciones Unidas- es histórica y sin precedentes: dictaminó que la presencia de Israel en los territorios palestinos es “ilegal” y pidió su fin, así como el cese de la construcción de nuevos asentamientos. "Israel debe poner fin a la ocupación lo más rápidamente posible", afirmó el presidente del tribunal, Nawaf Salam. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, salió a rechazar esta posición y dijo que se busca “distorsionar una verdad histórica”. En medio del asedio de las tropas israelíes en la Franja de Gaza, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró que estaría próximo un acuerdo de alto el fuego en el enclave controlado por Hamás.
"La presidencia aplaude la decisión de la Corte Internacional de Justicia, la considera una decisión histórica y exige que se obligue a Israel a implementarla", declaró en un comunicado el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, poco después de conocerse el pronunciamiento.
En el dictamen, el tribunal conformado por 15 jueces, hizo varias solicitudes para poner fin a la ocupación, que comenzó en 1967. En el amplio fallo, hizo un recorrido por una serie de prácticas israelíes que “violan el derecho internacional”, incluida la confiscación de tierras, la construcción de asentamientos israelíes en los territorios y la privación de los recursos naturales y el derecho a la autodeterminación de los palestinos.
Entre las determinaciones más importantes que hizo el tribunal se encuentra su posición sobre la declaración de Jerusalén como capital de Israel: para la Corte, esa decisión, afianzar el control de Israel sobre el territorio palestino ocupado".
En esa línea, el tribunal solicitó que Israel pusiera fin a la creación de nuevos asentamientos, que "evacuara a los colonos" y que repare los daños causados. "El abuso sostenido por parte de Israel de su posición como potencia ocupante, mediante la anexión y la afirmación de un control permanente sobre el territorio palestino ocupado y la continua frustración del derecho del pueblo palestino a la libre determinación, viola principios fundamentales del derecho internacional y convierte la presencia de Israel en el territorio palestino ocupado en ilegal", sostiene el dictamen.
El presidente de la CIJ, el magistrado Nawaf Salam, dijo que el tribunal observó que "la confiscación de tierras a gran escala y la degradación del acceso a los recursos naturales despojan a la población local de sus medios básicos de subsistencia, induciendo así su partida", y dijo que los asentamientos israelíes en la Ribera Occidental y Jerusalén Este están "en violación del derecho internacional".
Durante la guerra de 1967, Israel capturó la Ribera Occidental, Jerusalén Este, Gaza y los Altos del Golán de manos de los estados árabes vecinos. Poco después comenzó a establecer asentamientos judíos en esos territorios. Los palestinos quieren la Ribera Occidental y Gaza para un futuro Estado, con Jerusalén Este como su capital. Israel considera a la totalidad de Jerusalén como su "capital eterna".
En su opinión, el tribunal concluyó que todos los estados y organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas, tienen la obligación de "no reconocer como legal la situación derivada de la presencia ilegal del Estado de Israel en el territorio palestino ocupado".
El caso es anterior a la actual guerra entre Israel y Hamas y surge de una solicitud de una opinión consultiva en 2022 por parte de la Asamblea General de la ONU. A los 15 jueces del tribunal se les pidió que consideraran "las consecuencias legales que surgen de la continua violación por parte de Israel del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, de su prolongada de ocupación, asentamiento y anexión del territorio palestino ocupado desde 1967".
Negociaciones por un alto el fuego
Tras conocerse la decisión de la CIJ, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, sostuvo que “está cerca” un acuerdo de alto el fuego, que permitirá la liberación de rehenes. El funcionario -parte de las comitivas intermediarias entre Hamas e Israel, junto con Qatar y Egipto- aclaró que las partes están terminando las negociaciones de "detalles críticos" y que "los últimos 10 metros suelen ser los más difíciles".
Las conversaciones estuvieron estancadas, hasta que Hamás e Israel dieron señales de nueva vida a principios de este mes, después de estancarse durante semanas, aunque su futuro sigue siendo incierto en los últimos días.