El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la tarde de este domingo la suspensión del cese al fuego con el Clan del Golfo, la mayor organización de narcotráfico del país, luego de comunicar que el grupo ilegal atacó con fusiles a la fuerza policial. "A partir de este momento no hay cese al fuego con el clan del golfo. La fuerza pública debe actuar de inmediato contra las estructuras de la organización mafiosa", afirmó enfático el Presidente en Twitter.
Aunque el presidente colombiano marcó este hecho como el detonante de su decisión, lo cierto es que la suspensión del cese se da en una semana en la que el mismo presidente señaló a este grupo de ser parte de acciones armadas en el bajo Cauca. Sin embargo en su comunicación vía Twitter no dio mayores detalles.
Días atrás Petro se refirió a la delicada situación en la región del Bajo Cauca y Nordeste de Antioquia donde van más de 11 díad de paro minero. En esa situación, dos misiones médicas fueron atacadas, presuntamente, por miembros del Clan del Golfo, que son quienes tienen presencia en es zona junto a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional.
Qué es el Clan del Golfo
Según expertos, no se sabe mucho de este grupo conocido como Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Cuenta con multiplicidad de milicianos asociados en todo el país —algunos de planta y otros contratados, algunos autónomos y otros no—, lo que impide saber la extensión de su poderío.
Como suele pasar con las organizaciones criminales en otras partes del mundo, cuenta con negocios legales como la ganadería que combina con actividades criminales e ilegales, “que incluyen la extorsión o la venta de servicios de coerción”, según explicó Victor Barrera, investigador del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), en Bogotá, a la cadena de noticias BBC.
Además, "las AGC tienen una gran capacidad de movilidad en el territorio porque operan a través de la subcontratación de servicios específicos, según lo demande la situación". Hay estimaciones que hablan de tres mil miembros; otras contabilizan hasta 13 mil, un número similar al que componía a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más grande del país, en su momento más álgido, antes de la firma de los acuerdos de paz en 2016.