El presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció el miércoles a la noche que la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) compró a una empresa israelí el software Pegasus para espiar “las comunicaciones” en medio del estallido social que vivió el país en 2021 y antes de las elecciones de 2022, cuando el uribista Iván Duque lideraba el gobierno. El programa, que saltó a la luz a nivel global en 2021 a partir de investigaciones periodísticas, fue desarrollado por la empresa israelí NSO Technologies y tiene la capacidad de espiar comunicaciones en celulares e incluso activar su micrófono o cámara sin ser percibido. Las sospechas en Colombia de que se utilizó para espionaje interno de la oposición y las dudas en Israel sobre el origen de los fondos que se pagaron en efectivo.
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Petro habló de “documentos de inteligencia de Israel” y de entidad de control suiza que hablan de movimientos bancarios irregulares para una compra que Colombia hecho en efectivo. La denuncia llegó después de que la prensa israelí señalara por irregularidades a un funcionario encargado de promocionar las exportaciones de las empresas de defensa de Israel. "En julio - agosto del 2021, antes de las campañas (electorales) de 2021 y en medio del estallido social en Colombia, un banco israelí presentó un reporte de actividad inusual en relación con un depósito de 5 millones 500 mil dólares en efectivo en la cuenta de la empresa, es decir en Israel. El pago estaba relacionado por un acuerdo por 11 millones de dólares firmado entre NSO Group Technologies y la Dirección de Inteligencia Policial de Colombia (Dipol) para la compra de Pegasus (...) un software para espiar celulares en medio del estallido social y antes de las campañas", dijo Petro en un mensaje televisado.
Los datos que fueron leídos por el mandatario se desprenden de un pedido de informe de la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) de Colombia a la autoridad suiza supervisora del mercado financiero (FINMA), organismo que a su vez solicitó datos a la autoridad de prohibición de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo de Israel (IMPA). El movimiento bancario inusual se concretó a mediados de 2021: “El efectivo fue transportado por vía aérea desde Bogotá, Colombia a Tel Aviv, Israel, el 27 de junio del 2021, declarado a la aduana israelí y depositado en la cuenta de la empresa el 30 de julio del 2021. Según el reporte de actividad inusual se esperaba que el resto de los ingresos, otros 5 millones 500 mil dólares, se transfirieran en septiembre-octubre del 2021”, explicó.
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"¿Cómo salen del país 11 millones de dólares en efectivo en un avión, o en dos, desde oficinas estatales, de la Dipol, hacia Israel para comprar un software que espía celulares, comunicaciones privadas, políticas?”, se preguntó Petro. El presidente también dijo que el partido de la oposición interceptó durante meses a quienes, desde el Gobierno, querían quitarle la posibilidad de su victoria, y agregó que “el Watergate de Nixon palidecería de envidia” y calificó el episodio de Pegasus en su país como “una verdadera dictadura”, estimó. Petro definió el caso como “una cadena de delitos” que van desde el “lavado de activos por funcionarios públicos, espionaje interno sin orden judicial, delitos contra país extranjero” y corrupción. “Un aparato de inteligencia policial por encima de la ley en medio de un estallido social en donde mataban decenas de jóvenes, con violación de mujeres adolescentes y miles de estudiantes detenidos”, expresó.
De esa forma, Petro aludió a la represión al “estallido social”, las masivas protestas que se desarrollaron por todo el país y a lo largo del año 2021 -un eco del denominado Paro Nacional, las manifestaciones entre el 21 de noviembre de 2019 y febrero de 2020- y donde, según documentó Amnistía Internacional- hubo al menos tres muertes por arma de fuego, 28 casos de violencia sexual y de género, y donde según registros de la ONG Temblores hubo más de 100 víctimas de heridas oculares, todo a manos de agentes de la Policía Nacional.
En otra publicación de este jueves en sus redes sociales, Petro señaló al entonces “director nacional de la policía, el general (Jorge Luis) Vargas, al director de la Dipol, el general (Fernando Murillo) Mojica y el presidente Ivan Duque”, como los responsables de la compra del software. En tanto, al citar el documento de IMPA, dijo que quedó en evidencia que “no se hicieron investigaciones de tipo judicial” al respecto. El miércoles, al final de su discurso, Petro informó que le solicitó al general de la Policía Nacional, William Salamanca, localizar el software Pegasus en las instalaciones de la Dipol y entregarlo a la Fiscalía General para una investigación completa. Además, señaló que si era necesario recurría a expertos internacionales para garantizar la transparencia de la investigación, lo hará. “La verdad tiene que aparecer”, dijo. Desde la presidencia colombiana informaron a El Destape que “el tema está en manos de Fiscalía”.
En marzo, después de que investigaciones periodísticas israelíes informaran del acuerdo, el Ministerio de Defensa del gobierno Petro, había dicho que, hasta ese momento y después de realizar diversas verificaciones internas, no se encontró ningún contrato de ese tipo. La gestión de Duque -que habría sido la responsable de la adquisición del software conocido por ser un “potente virus indetectable para infiltrar celulares”- también negó haber firmado ese contrato.
“¿Cómo conseguir que un banco aceptara un depósito en efectivo tan grande?
La prensa de Israel fue la encargada de seguir destapando una olla a presión respecto al capítulo colombiano, después de las primeras investigaciones sobre Pegasus que datan del 2021. El diario israelí Haaretz publicó en marzo de este año una investigación titulada “13 millones de dólares en efectivo por un jet privado: cómo Colombia pagó el software espía israelí”, a partir de fuentes propias y anticipando la denuncia a la que se plegó en las últimas horas Petro.
El medio señaló principalmente al jefe del departamento de asistencia a las exportaciones del Ministerio de Defensa Yair Kulas, quien era el encargado de facilitar las gestiones de las empresas israelíes dedicadas a la seguridad y la defensa para que puedan hacer negocios con países extranjeros. Durante el mandato de Kulas, sonaron algunas alarmas en el Ministerio de Defensa, entre ellas una respecto a una transacción con el gobierno colombiano. Este habría pedido a la empresa israelí NSO Group hacerle un pago en efectivo. El problema era que se trataba de un monto millonario, 13 millones de dólares -difiere por dos millones a la cifra brindada por Petro-, el cual sería transportado por avión privado desde Colombia a Israel.
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“Según varias personas involucradas, en 2020, NSO negoció con una autoridad del gobierno colombiano para vender su infame software espía Pegasus”, informó Haaretz y en cuanto a la sugerencia de los colombianos de hacer la transacción en cash, se presentaba el problema de cómo lograr que un banco aceptara un depósito en efectivo tan grande. “Normalmente, un depósito en efectivo de 10.000 dólares podría hacer saltar las alarmas de lavado de dinero. Pero 13 millones de dólares en efectivo procedentes de la capital mundial de los narcóticos son la madre de todas las alarmas. Simplemente no es posible, a menos que el Ministerio de Defensa dé su visto bueno”, aseguró el diario.
La investigación periodística aseguró que NSO recibió una carta del Ministerio de Defensa en la que se afirmaba que la transacción era legal y que había sido aprobada por el gobierno israelí, a pesar de las condiciones poco usuales. “Según varias fuentes cercanas a la situación, el banco, uno de los más grandes de Israel, quedó impresionado por la aprobación y aceptó recibir el dinero en efectivo de Colombia”, afirmó Haaretz.
¿Qué es Pegasus y cómo saltó a la luz?
El descubrimiento del software espía Pegasus saltó a la luz a partir de una investigación periodística colaborativa en la que participaron más de 80 periodistas de 17 organizaciones de medios de comunicación de 10 países bajo la coordinación de Forbidden Stories (organización sin fines de lucro de medios de comunicación con sede en París), y con el apoyo técnico de Amnistía Internacional, que hizo análisis periciales de teléfonos. Esa investigación detectó que el programa de la firma NSO Group se usó para facilitar “violaciones de derechos humanos a escala masiva en todo el mundo” y que hubo cerca de 50.000 números de teléfono que fueron objetivos de vigilancia. Desde Arabia Saudita hasta Francia, fueron algunos de los países señalados de adquirir el programa.
Amnistía Internacional, entre otros organismos, recomiendan no usar estos softwares. “La crisis de los programas espía tiene inmensas consecuencia para el futuro de los derechos humanos y es hora de que el mundo haga algo más que poner parches a esta intromisión digital generalizada y encubierta en la vida de las personas. Debe haber una prohibición global inmediata del software espía altamente invasivo", dijo la directora de Amnesty Tech, Rasha Abdul Rahim, durante la RightsCon, una cumbre sobre derechos humanos en la era digital en 2023. Y agregó: “Los gobiernos de todo el mundo deben tomar medidas para impedir que empresas de software espía sin escrúpulos vendan sus productos y que los teléfonos se conviertan en armas”.