El presidente de Colombia, Gustavo Petro, acusó a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de "sabotear" las conversaciones de paz tras el secuestro del sargento Libey Danilo Bravo en Arauca, en el este del país. No es la primera vez que este grupo armado dinamita este tipo de proceso con una acción violenta. Sin embargo, por ahora no se ha negociado un alto el fuego.
"Estos son hechos que sabotean cualquier posibilidad de paz", denunció el presidente colombiano en su Twitter después de que la guerrilla se atribuyera la responsabilidad del secuestro del sargento Bravo. "Estos hechos de violencia contra la fuerza pública y los que día a día padecen las comunidades no pueden tener cabida en nuestra sociedad", agregó Petro.
Sin embargo, posteriormente, el alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, destacó que sí existe "voluntad" en el ELN en todo este proceso y recordó que ambas partes están manteniendo "un diálogo en medio de una conflictividad armada que no tiene cese de fuego". El funcionario adelantó que durante la próxima jornada de conversaciones con la guerrilla en Ciudad de México se trasladará a la otra parte la demandas del presidente Petro para que liberan al militar secuestrado. "De inmediato lo exigimos", dijo, según RCN Radio.
Este fin de semana, el frente de Guerra Oriental del ELN confirmó que tiene bajo su custodia al militar después de que se denunciara su desaparición y llamó a las autoridades a esperar "en los próximos días" pruebas de que sigue con vida. También responsabilizó a las fuerzas de seguridad de lo que le pueda suceder en caso de que se lleve a cabo cualquier tipo de operativo para su rescate. "Este suboficial está recibiendo el trato que corresponde dentro del marco de los derechos humanos y de acuerdo a las realidades de la guerra que actualmente se vive en el departamento de Arauca", sostuvo el comunicado.
El secuestro de este sargento del Ejército se produjo en el marco de la segunda ronda de las negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla, que arrancaron la semana pasada en Ciudad de México, tras un primer encuentro en Caracas, Venezuela. Está previsto que este segundo ciclo de contactos dure un mes en el que se abordarán cuestiones como el alto el fuego aún pendiente, la forma en la que la sociedad civil participará en la construcción de paz y se analizará el primer informe de la llamada caravana humanitaria que les dará una hoja de ruta para la aplicación efectiva de los alivios humanitarios para que las comunidades afectadas por el conflicto armado se vean beneficiadas con el proceso de paz.
Esta nueva fase está marcada por las diferencias tras el anuncio de Petro de un acuerdo bilateral de un alto el fuego que fue desmentido por la guerrilla. En enero, ambas partes anunciaron un acuerdo para retomar los contactos con la intención de concretar este cese de las hostilidades.
Con información de Europa Press