La Justicia de Hong Kong inició hoy el mayor juicio bajo la ley de seguridad nacional contra decenas de activistas acusados de intentar deponer el gobierno local a través de la convocatoria a unas elecciones primarias no oficiales con las que buscaban forzar la renuncia del gobernante de la ciudad..
Se trata del juicio más grande hasta la fecha bajo la ley de seguridad nacional, en vigor desde el 30 de junio de 2020 y diseñada para evitar la interferencia en los asuntos territoriales del centro financiero asiático tras las grandes protestas de 2019.
Los 47 acusados, incluidos algunos de los activistas más destacados de la ciudad, se exponen a cadena perpetua en caso de ser condenados.
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Según las autoridades, el grupo de acusados buscaba obtener una mayoría legislativa para forzar la renuncia del gobernante de la ciudad.
Los acusados aseguran que son procesados por realizar acciones normales de oposición.
De ellos, 16 se declararon no culpables de ese cargo, por su participación en una elección primaria extraoficial realizada antes de unas votaciones legislativas.
Un pequeño grupo de manifestantes se congregó frente a la corte con pancartas que decían "La represión es una desvergüenza" y "Liberación inmediata de todos los presos políticos".
Y más de 100 personas se reunieron frente al tribunal con la esperanza de poder asistir al inicio del juicio.
La mayor parte de los acusados pasó ya casi dos años en prisión.
El proceso podría extenderse más de cuatro meses y estará a cargo de jueces escogidos por el gobierno.
Los acusados representan la amplia gama de la oposición hongkonesa, desde el académico Benny Tai hasta exlegisladores como Claudia Mo, Au Nok-hin y Leung Kwok-hung, pasando por jóvenes activistas como Joshua Wong o Lester Shum.
El grupo fue acusado conjuntamente en marzo de 2021, por organizar una votación primaria no oficial, un año antes de las elecciones legislativas.
Desafiando la advertencia oficial, más de 610.000 personas participaron en esa primaria.
Las autoridades de Hong Kong posteriormente anularon la elección legislativa y Beijing impuso un nuevo sistema político bajo el cual revisa con detalle los antecedentes de los candidatos.
"Esto es una represalia contra los hongkoneses que apoyaron el campo prodemocrático", declaró Eric Lai, del Centro de Derecho Asiático de la Universidad de Georgetown, citado por la agencia de noticias AFP.
Según Lai, "Beijing hará todo, incluso utilizar las leyes y las cortes, para asegurar que las políticas democráticas de Hong Kong no traspasen los límites que trazó".
El juicio es público pero sin jurado, en un distanciamiento de la tradición de derecho consuetudinario (de usos y costumbres) en la ciudad.
"Es como si la ley de seguridad nacional fuera ahora la nueva Constitución de Hong Kong y los jueces estuvieran desempeñando un papel para garantizar que así sea", declaró Dennis Kwok, un exlegislador de la ciudad.
Semanas antes del inicio de las audiencias, el jefe de la corte de Hong Kong, Andrew Cheung, defendió a la justicia de las acusaciones de politización.
"Aunque inevitablemente la decisión de la corte puede tener a veces un impacto político, esto no significa que la corte haya tomado una decisión política", sostuvo.
Con información de Télam