El Partido Comunista Chino (PCCh) respaldó hoy "el rol central" del presidente Xi Jinping en el cierre de un congreso de siete días que debe desembocar en su reelección para un inédito tercer mandato al frente del país y que tuvo como imagen saliente el desalojo de exmandatario Hu Jintao del recinto cuando se realizaba la clausura.
Los cerca de 97 millones de miembros del PCCh deberán "defender el rol central del camarada Xi Jinping en el seno del Comité Central del Partido y del Partido en su conjunto" según una resolución adoptada de forma unánime, poco antes del cierre de su congreso en Beijing.
En un discurso previo, Xi había instado al Partido Comunista a "sufrir" y a "ganar" para "seguir avanzando".
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"Atrévanse a luchar, atrévanse a ganar, agachen la cabeza y trabajen duro, estén determinados a seguir avanzando", lanzó con aire triunfal el mandatario a los casi 2.300 delegados reunidos en el Gran Salón del Pueblo de la capital china, consignó la agencia de noticias AFP.
Mañana, Xi debe ser reelegido como secretario general del PCCh después de la primera reunión del renovado Comité Central.
Este nombramiento será el preludio de un inédito tercer mandato para Xi como presidente chino durante la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional el próximo marzo.
En 2018 se suprimió el límite constitucional de dos mandatos, lo que permite a Xi, de 69 años, una nueva reelección.
Este 20º Congreso Nacional del PCCh desde su creación en 1921 se llevó a cabo en un momento de desaceleración económica por los repetidos confinamientos para hacer frente a la pandemia de la Covid-19 y a tensiones diplomáticas con Occidente.
Durante una semana, casi 2.300 delegados escogidos entre las distintas instancias de la organización se reunieron a puerta cerrada en Beijing para remodelar la cúpula del poder del partido, y en consecuencia del país, y decidir la orientación de las futuras políticas.
Los delegados eligieron a los alrededor de 200 miembros del nuevo Comité Central, una especie de parlamento interno del partido, cuya nueva composición fue publicada por la agencia oficial Xinhua.
Entre los altos responsables que no continuarán en su cargo está el primer ministro Li Keqiang.
El número tres chino Li Zhanshu, el viceprimer ministro Han Zheng y Wang Yang, el presidente de la Conferencia Consultiva Política del pueblo -una asamblea sin poder de decisión- también se despiden de sus funciones.
Según cálculos de AFP, el nuevo Comité Central fue remodelado en un 65% con respecto al anterior de 2017.
En este marco y en una escena poco habitual, el antiguo presidente Hu Jintao (2003-2013) salió escoltado del Gran Salón del Pueblo antes del cierre del congreso.
El hombre de 79 años fue invitado por asistentes del partido a dejar su lugar en primera fila junto a Xi. La escena no fue explicada ni transmitida de inmediato por los medios estatales.
En las imágenes, se ve a un asistente intentando agarrar del brazo al expresidente, que se niega a levantarse de su asiento. El hombre intenta entonces levantarlo por las axilas, pero el político, que lideró el país entre 2003 y 2013, sigue resistiendo.
En ese momento, Hu intenta agarrar unos documentos de su mesa, que parecen pertenecer al líder chino y Xi los sostiene con firmeza.
A continuación, el asistente mantiene una breve conversación con el expresidente y finalmente logra escoltarlo hacia la salida.
Al levantarse, Hu mantiene un breve intercambio con Xi, que le responde sin mirarlo, y con el primer ministro Keqiang, al que da una amistosa palmada en el hombro. Los otros asistentes no parecen inmutarse.
La escena se produjo poco después de que entrara la prensa en el recinto y justo antes de la votación unánime de unos 2.300 delegados del PCCh para incluir el "rol central" de Xi Jinping en los estatutos del partido.
El congreso debe conducir a una profunda remodelación del Comité Permanente del Buró Político, un órgano actualmente de siete miembros que supone la máxima instancia del poder en China. Su composición se conocerá también mañana y los analistas anticipan que estará compuesto mayoritariamente por nombres leales a Xi.
Desde su llegada al poder a finales de 2012, Xi fue acumulando poder en la segunda potencia mundial y fortaleció la autoridad del régimen.
Jefe del partido, jefe de Estado, jefe del ejército: el dirigente abogó por una continuidad política durante un discurso de tono triunfal en la apertura del Congreso.
La estrategia "cero covid" debe también continuar a pesar de las negativas consecuencias económicas y el creciente cansancio por los confinamientos y las restricciones.
El congreso acordó hoy, por otra parte, "incluir en la constitución del Partido (...) su resuelta oposición y la disuasión a los separatistas que buscan la 'independencia de Taiwán'", isla que Beijing considera parte de territorio.
Lejos de la diplomacia prudente de sus predecesores, Xi mantendrá la firme postura de China en la escena internacional, incluso a costa de incrementar la tensión con Estados Unidos, en particular sobre Taiwán.
Con información de Télam