Mientras el presidente Xi Jinping celebra los 75 años de gobernanza del Partido Comunista (PC) en China, Javier Milei anuncia un giro favorable al vínculo de la Argentina con el país asiático. Tras haber dicho en varias oportunidades que no negociaría con ese Estado, el mandatario argentino se mostró sorprendido con el funcionamiento del gobierno del PC y anunció que viajará en los próximos meses. El cambio en la política exterior del jefe del Ejecutivo, se da en el mismo momento en el que el gobierno chino festeja el 1 de octubre un aniversario más de la fundación de la República Popular, que lo convirtió en un actor clave en el mundo con el cual, parecen haberse dado cuenta desde la Rosa, que es difícil darse el lujo de no negociar.
“Con China me sorprendí muy gratamente. Tuvimos una reunión con el embajador y al otro día nos destrabaron el swap. China es un socio comercial muy interesante porque ellos no exigen nada. Lo único que piden es que no los molesten”, afirmó Milei en la entrevista que le brindó el pasado domingo a Susana Giménez, en donde incluso bromeó con que le iba a pedir a los chinos unos taxis aéreos que desarrollan en ese país. En un mensaje muy lejano de “no voy a negociar con comunistas” que sostenía un año atrás en campaña, el mandatario agregó que va a viajar al Estado asiático en enero para asistir a la reunión de la CELAC.
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El anuncio de Milei llegó unos días después de que la embajada de China en Argentina realice un evento para recordar la llegada de Mao Tse Tung al poder, actividad a la cual asistieron la canciller, Diana Mondino, y el ministro de Defensa, Luis Petri, entre otros funcionarios del gobierno. Consultado por El Destape sobre lo que representa para ellos esta fecha, el embajador Wang Wei contestó: “Para los chinos, el 1 de octubre, Día Nacional de China es una festividad para honrar la memoria de la trayectoria de la gran revitalización de la nación china porque justamente en esa fecha hace 75 años, se fundó la República Popular China que dio una flamante fisonomía a nuestra patria”.
Casualidad o no, el anuncio del presidente argentino llega en la misma semana en la que China celebra el 75 aniversario de la llegada del Partido Comunista al poder. Una fecha clave para la administración de Xi Jinping, en la cual recuerdan lo que se hizo en las últimas décadas en el país y que lo llevaron a que se sitúe hoy como la segunda economía del mundo. Si bien el vínculo entre ambos países nunca se interrumpió, Milei además de decir que no negociaría ese país también rechazó ingresar a los BRICS, sin embargo, el giro retórico últimos días, parece haber dejado atrás esas diferencias y considerar la importancia de un socio comercial como el gigante asiático.
¿Cómo llegó el Partido Comunista a China?
Para entender qué celebra el gobierno esta semana, hay que retroceder varias décadas. China dejó de ser un imperio, el último fue la Dinastía Qing, en 1912 cuando se convirtió en una República y el Partido Nacionalista, o Kuomintang, fue el primero en gobernar. En la década del 30, y tras varias denuncias de los comunistas de haber contribuido al paso republicano y luego ser perseguidos, comenzó una guerra civil que terminó con la victoria del Partido Comunista con Mao Tse Tung a la cabeza y los nacionalistas exiliados en Taiwán. Desde allí, los opositores reclamaron ser reconocidos como la china central, algo que lograron hasta que en 1971 Naciones Unidas y unos años después Estados Unidos reconocieran al gobierno maoísta.
La fecha en la que el gobierno actual celebra la llegada del Partido Comunista es el 1 de octubre de 1949, cuando se fundó lo que se conoce hasta el día de hoy como la República Popular de China. “En estos 75 años lo que más destaco son las eras maoísta y denguista ¿por qué la mención de Mao? Porque en principio Mao liberó al campesinado, llevó al Partido a la victoria en la guerra civil, terminó con la fragmentación de China y establece un Estado nacional moderno, implementó una transformación que si bien por su dogmatismo no resultó exitosa, sentó las bases de la China contemporánea. No obstante, también hay que destacar que Mao fue un dogmático con quienes subsanaban sus errores, confió excesivamente en el voluntarismo, y cometió errores que causaron millones de muertos”, explicó a El Destape, el director del Comité de Asuntos Asiáticos del CARI y director en la Especialización en Estudios sobre China en la Era Global (UCA), Jorge Malena.
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El especialista recordó los años en los que Mao gobernó y también las críticas que se hicieron a lo que se conoció como Revolución Cultural, por la cual se persiguió y asesinó a miles de chinos. Malena destacó también el liderazgo del líder que continuó al maoísmo, Deng Xiaoping, quien gobernó entre 1978 y 1989, y es visto como el padre de la apertura económica: “Deng logró revertir la herencia maoísta de una economía estancada, una sociedad alienada y un partido paralizado. A su vez, logró revertir a China en un país abierto, urbano y próspero. En China hay una frase que ilustra muy bien, dicen ‘Mao hizo que nos pusiéramos de pie y Deng hizo que comiéramos”, agregó Malena, sobre parte de la historia de estas décadas.
China potencia
“Uno de los principales logros de China, del gobierno que es Partido Comunista, en términos económicos es haber logrado pasar de un país marcado por el subdesarrollo, con una economía anclada en la agricultura con métodos muy atrasados, y en un lugar secundario a nivel de la economía global a mediados del siglo 20 a llevarlo hoy a un estatus de potencia económica global y de haber sacado a 800 millones de personas de la pobreza en 75 años, todo esto tuvo su principal dinamismo desde la década del ‘80 a la actualidad”, afirmó a El Destape, la doctora en Relaciones Internacionales, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y especialista en temas del sudeste asiático, Florencia Rubiolo.
Cuando se habla de China y el hecho de ser gobernada por un Partido Comunista, es confuso entender cómo es el sistema económico que rige, o lo cual suele denominarse como “socialismo con características chinas”. En ese contexto, la académica explica que el modelo se basa en lo que se conoce también como “sistema capitalista de Estado”, por el cual el Estado tiene un rol preponderante en la asignación de recursos y en las metas que se proponen a largo plazo y tienen una participación mayoritaria en las empresas estratégicas del país, como puede ser en materia energética, infraestructura, tecnología, agro o alimentos.
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Rubiolo recordó que China hoy es la segunda potencia económica del mundo, según el PBI nominal, desde que superó a Japón en el 2010. Además, es la principal exportadora a nivel mundial y la segunda mayor exportadora, además de haber tenido crecimientos de PBI per cápita “sin precedentes”. La especialista aseguró que las proyecciones para el 2029 dan un incremento del PBI per cápita, pero un descenso en las tasas de crecimiento en torno al 3%, bastante más bajo si se considera los números que ha llegado a tener. Uno de los motivos que analizan, tiene que ver con la tasa poblacional, algo que le sucede a varios países que caen la tasa de natalidad, con la particular de un país que además durante años aplicó la política de un hijo único.
Siempre se dice que los chinos planean a largo plazo, y es cierto. Una de las metas que tienen para el 2049 es llegar a ser un país desarrollado y sustentable, y hacia eso apuntan sus objetivos. “Estas estrategias para perseguir a largo plazo tiene que ver con la características del Gobierno, y de poder tomar decisiones es un país como China con partido único, donde el Estado y el gobierno son lo mismo, a diferencia de países democráticos. Esto es un elemento para entender cómo se desarrolla y cómo se toman las decisiones en China”, agregó Rubiolo.
El giro de Milei
Si bien la balanza comercial con China es deficitaria para la Argentina, el país asiático es el segundo país al que el país exporta. Se calcula que aproximadamente un 9% de nuestras exportaciones a nivel global van a ese país, y significa alrededor del 18% de nuestras importaciones. Sin contar los préstamos y los swaps, además de otros intercambios con el país, como ser también parte del megaproyecto de infraestructura de la Ruta de la Seda que lleva adelante el gobierno de Xi Jinping.
“Tras 10 meses en el poder, ha llegado el momento de reconocer la realidad del rol que juega China a nivel mundial. China desde hace más de una década es uno de los tres primeros socios comerciales, inversores extranjeros, prestamista, de transferencia de energía y construcción de infraestructura en nuestro país. Desconocer esa realidad iba a afectar el interés nacional, máxime en la situación económica que se encuentra nuestro país”, explicó Malena, sobre el giro de la política exterior de Javier Milei.
En un línea similar también se expresó Rubiolo: “Más allá de las marcadas diferencias lo que estamos viendo con Milei a menos de un año de la toma de gobierno, a menos de un año de haber rechazado a ser parte de Brics, es reencaminar la relación con China y volver a poner en la agenda como uno de nuestros socios comerciales. Va a ser una muestra de esto si se concreta la visita de Milei en el 2025, está muy condicionado por esta relación tan estrecha a nivel comercial y económico si pensamos en los préstamos, creo que la decisión de Milei era la única posible, eventualmente iba a pasar, que lo haga en el marco del 75 aniversario también es un gesto, de todos los momentos posibles se eligió este para transmitirle este momento a China, de una decisión que era inevitable”.