Hernán Chacón, uno de los siete militares condenados este lunes por el crimen de Víctor Jara, se suicidó antes de ir a la cárcel. El ex brigadier del Ejército chileno fue partícipe activo durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y, en la jornada de este miércoles, había sido condenado por la Corte Suprema de Justicia a 25 años de prisión por homicidio y secuestro calificado del cantante popular chileno.
"Se suicidó antes de ser trasladado al recinto penitenciario", contó la Policía de Investigaciones a la cadena de radio chilena ADN. Chacon, de 87 años, fue encontrado sin vida por la policía en su domicilio en Santiago cuando llegaron a detenerlo para llevarlo a la cárcel de Punta Peuco, en donde son recluidos los militares condenados por crímenes de lesa humanidad. Según describió el portal BioBio, Chacón estaba acompañado de su esposa, atendió a los detectives y les dijo que iría a buscar objetos personales antes de irse. En ese momento, se quitó la vida.
Jara fue un reconocido cantautor, director de teatro, profesor y escritor que fue detenido y torturado en al día siguiente del comienzo de la dictadura pinochetista, en el marco de la persecución política, por su militancia en el Partido Comunista. Fue acribillado el 16 de septiembre de 1973. Durante los años del terror, más de 28.000 personas fueron torturadas, 3.227 fueron asesinadas y unas 200.000 fueron obligadas al exilio, según cifras oficiales.
Las condenas
En la jornada del lunes, la Segunda Sala de la Corte Suprema emitió un fallo unánime en el que condenó a también a Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf y a Juan Jara Quintana a penas de 15 años y un día de cárcel, en calidad de autores de homicidio; y a 10 años y un día de presidio, como autores de secuestro calificado. Rolando Melo Silva fue condenado a 5 años y un día y 3 años y un día de presidio, como encubridor de los homicidios y los secuestros, respectivamente.
Durante el juicio, Chacón había intentado desligarse de los hechos y alegó que su función sólo era custodiar el perímetro externo del Estadio de Chile, que ofició como centro de detención y llegó a tener a unas siete mil personas detenidas en condiciones ilegales, según estimaciones de la Cruz Roja. Sin embargo, la Justicia deliberó que el exbrigadier tenía conocimientos tácticos y de inteligencias, que le permitieron intervenir en interrogatorios y en calificación de detenidos.
“Varios testimonios corroboraron que este participó en las labores de selección, reportando las mismas a sus superiores, por lo que resultaron no creíbles ni verosímiles sus dichos en cuanto sostuvo sólo haber custodiado el perímetro externo del recinto, funciones que no se condicen con su alto grado, ni con los diversos elementos de convicción reunidos”, se consignó. Junto con ello, se estableció que “portaba a la época una pistola STYER calibre 9 milímetros, armamento plenamente coincidente con la descripción técnica de las lesiones que, según los antecedentes forenses, causaron la muerte de Jara Martínez y Littré Quiroga”, reportaron desde BioBio.
La noticia de las sentencias se dio a conocer en coincidencia con un acto que se realizó ayer en la Universidad de Santiago de Chile (Usach), encabezado por el presidente Gabriel Boric. En esa casa de estudios, el 11 de septiembre de 1973 se realizó la apertura de la exposición "Por la vida… ¡Siempre!", con la presencia del presidente derrocado ese día, Salvador Allende.
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