Partidos opositores en Chile se posicionaron contra la propuesta del presidente Gabriel Boric de firmar el Compromiso de Santiago por la democracia el próximo lunes, al cumplirse 50 años del golpe del general Augusto Pinochet contra el gobierno de Salvador Allende.
"No estamos dispuestos a participar en hitos que generen más división y que de alguna manera nos pongan al servicio de hechos que no tienen una sola mirada; nosotros no nos vamos a poner al servicio de una verdad oficial en esta materia, no tenemos disposición para eso", dijo el presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el senador Javier Macaya a la radio Agricultura de Chile.
El legislador afirmó que esa posición es compartida por la coalición Chile Vamos, que integra junto a Renovación Nacional (RN) -sello al que perteneció el expresidente Sebastián Piñera- y Evolución Política (Evópoli). Señaló que desde Chile Vamos existió "un diálogo y toda la conversación necesaria respecto a lo que significa la valoración de los derechos humanos, la democracia, la condena a la violencia". "Pero para miradas unilaterales, verdades históricas, yo recomendaría al gobierno escuchar las palabras del expresidente Eduardo Frei que dice que sobre esa fecha es muy difícil encontrar un consenso existiendo distintos análisis y mirada", agregó.
El viernes, Boric entregó el texto del Compromiso de Santiago a Piñera y a los presidentes de los partidos de Chile Vamos, para intentar llegar a un compromiso con todo el espectro político sobre el valor de la democracia a 50 años del golpe. Esa iniciativa había abierto la posibilidad de que sectores opositores revisaran los gestos de distanciamiento que venían manifestando con respecto a un acuerdo de ese tipo.
Sin embargo, a la negativa que expuso Macaya se sumó también la del diputado y secretario general de RN, Diego Schalper. "El presidente Piñera no es el que manda en la coalición", dijo el parlamentario a la radio Universo. "Por supuesto, es una persona muy importante, expresidente de la República, que merece todo nuestro respeto, pero yo en lo personal, cuando se conversó sobre este tema, dije que acá no podemos prestarnos para un acuerdo cosmético", agregó.
Piñera había dicho el viernes que estaban dispuestos a renovar el "total y absoluto compromiso con la democracia", pero también con el combate "al crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo; y un compromiso total y absoluto con buscar nuevamente caminos que permitan mejorar la amistad cívica, la sana convivencia, el diálogo y los acuerdos".
El documento propuesto por Boric llama a ir "más allá de las legítimas diferencias" para fijar cuatro compromisos a 50 años del "quiebre violento de la democracia en Chile". El primer punto que consigna el texto es cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho ante amenazas autoritarias y la intolerancia. Mientras que el segundo es "enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia" y el tercero defender el valor y promoción irrestricta de los derechos humanos, reseñó el diario chileno La Tercera.
El cuarto aspecto es "fortalecer la colaboración entre Estados" a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias. En tanto, la expresidenta Michelle Bachelet manifestó preocupación porque el ambiente político "está más bien tóxico" y por lo que definió como "un retroceso".
"Necesitamos ser capaces de escucharnos, dialogar y llegar a acuerdos sobre las cosas fundamentales con mirada de Estado, pensando en el país; eso nos tiene que unir y no utilizarlo como un efecto de división entre los chilenos", dijo tras reunirse con Boric. Por su parte, la secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo, dijo en su habitual conferencia de prensa de los lunes que el Ejecutivo esperaba que todos los partidos concurrieran a suscribir el compromiso, que calificó de "básico y no negociable".