Un grupo de 200 líderes y figuras internacionales, entre ellos el intelectual estadounidense Noam Chomsky, el parlamentario británico, Jeremy Corbyn, y la intelectual feminista italonorteamericana Silvia Federici pidieron este jueves a las y los chilenos aprobar la nueva Carta Magna que se someterá a plebiscito el cuatro de septiembre, la primera escrita en democracia. La misiva fue coordinada por la Internacional Progresista: “Reconocemos las décadas de lucha que hicieron posible esta Constitución, desde la valiente resistencia a la dictadura de (Augusto) Pinochet y su junta militar hasta el levantamiento contra el presidente Sebastián Piñera y su ortodoxia neoliberal”, afirmaron.
Entre otros personajes, figuran el excanciller de Ecuador, Guillaume Long, el ex candidato presidencial francés, Jean-Luc Mélenchon, la congresista estadounidense Rashida Tlaib y diversos dirigentes y dirigentas de Argentina, como la portavoz presidencial, Gabriela Cerrutti; la asesora presidencial e intelectual feminista Dora Barrancos; la legisladora porteña Ofelia Fernández y el diputado nacional y dirigente sindical Hugo Yaski.
"Esta Constitución evidencia las salidas a las crisis que afligen a las sociedades de todo el mundo", indicaron los firmantes, procedentes de más de 25 países. En caso de aprobarse en el plebiscito, agregaron, el nuevo texto "asentará al país sobre una base sólida de democracia igualitaria e inspirará a los pueblos de todo el mundo".
En la carta hicieron un repaso a los aspectos que incluye la propuesta que fue elaborada por una Convención Constituyente en el plazo de un año, de manera paritaria más escaños reservados para los pueblos indígenas -no reconocidos en la actual Constitución-, con legisladores y legisladoras electos especialmente para esta tarea tras un acuerdo firmado por las élites políticas en el marco de revuelta social de octubre de 2019.
En opinión de las y los referentes internacionales destacaron que la nueva Constitución "reconoce que la naturaleza tiene derechos", "actúa frente a la desigualdad", "responde al despojo indígena" y "se opone a la opresión de género".
En la actualidad, están en marcha las campañas por el “Apruebo” y por el “Rechazo” encabezada por comandos que trabajan en los territorios, a través de la difusión de spots en los medios tradicionales y en las redes sociales. Desde el Gobierno, en tanto, se lleva adelante una campaña basada en el “voto informado”, que se encarga de dar a conocer la importancia de contar con un texto que configure un pacto social, político y económico para la ciudadanía chilena, así como de los aspectos fundamentales que están planteados en la propuesta elaborada.
La nueva norma declara a Chile un “Estado social de derecho” y consagra derechos como salud pública y universal, educación gratuita, mejores pensiones y acceso a la vivienda y al agua, en el único país del mundo en donde este recurso es privado. El derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, el carácter plurinacional del Estado y la eliminación del Senado para la creación de otra cámara que garantice la regionalidad son algunos de los temas tomados por los sectores que apuestan a rechazar la iniciativa.