Tras la derrota en las urnas del primer intento de reemplazar la Constitución escrita al final de la dictadura pinochetista, el oficialismo en Chile encabezado por el presidente Gabriel Boric perdió el control del proceso constituyente. Prueba de ello es que el próximo 17 de diciembre votará en contra del segundo intento que se someterá a la decisión popular en las urnas. De a poco se van conociendo voces de la centro-izquierda e izquierda chilenas que dejan en claro que el nuevo texto podría ser peor que la Carta Magna actual.
En septiembre de 2022, más del 60% de los chilenos rechazaron el nuevo texto constitucional, que era la gran apuesta política del oficialismo, y eligieron mantener el texto redactado durante la dictadura de Augusto Pinochet. Ahora, algunos dirigentes de la fuerza oficialista ya se pronunciaron en contra y otros están en camino a hacerlo.
El Frente Amplio, uno de los dos grupos de partidos que conforma la coalición que gobierna Chile, llamó la semana pasada a votar en contra del texto propuesto como nueva Constitución en el plebiscito del 17 de diciembre. "El texto propuesto consagra los intereses de la élite económica y fomenta las desigualdades entre chilenos y chilenas", objetó en un comunicado la alianza.
"Con decepción hemos visto cómo este segundo proceso ha estado marcado por el sectarismo de un sector político, ignorando las expectativas ciudadanas y redactando un texto que profundizará las desigualdades, la división e injusticias en nuestro país", insistieron en el documento, recordando el proceso del año pasado.
A diferencia de lo que había pasado en 2022, la Constitución que se va a plebiscitar el 17 de diciembre fue redactada, principalmente, por sectores de la derecha chilena. La nueva Carta Magna que será sometida a votación de la ciudadanía fue aprobada por el Consejo con 33 votos a favor y 17 en contra. De los 33 votos de la mayoría de derecha, 22 pertenecían al partido de extrema derecha de José Antonio Kast.
Si bien la ex presidenta Michelle Bachelet todavía no anunció su voto, sí se pronunció en contra del texto y dio a entender que no lo acompañará. "Creo que para muchas mujeres serían un retroceso algunas de las enmiendas", dijo en agosto, mientras que un mes más tarde apuntó: "Veo que nuevamente, como en una revancha, los legítimos triunfadores en las elecciones del Consejo pretenden imponer su peso para darles señales identitarias a sus electores".
El ex presidente Ricardo Lagos también se opuso a la propuesta de la nueva Constitución y explícitamente adelantó que votará en contra. En diálogo con el diario español El País, sostuvo: "Estoy por el rechazo, porque no veo que esta propuesta constitucional nos ayude a cohesionarnos como chilenos, como sociedad. Es un texto que, a pesar de todo lo que hizo la Comisión de Expertos en favor de lograr un consenso, fue desarticulado en la etapa final por el Consejo Constitucional". Sobre los integrantes del Consejo Constitucional, Lagos cuestionó: "Estoy consciente que los consejeros llegaron allí tras la elección de mayo, llegaron por un proceso democrático. Pero si la derecha extrema y la derecha tradicional lograron una mayoría aplastante, eso no los liberaba de la responsabilidad de haber trabajado para una Constitución no sólo para ellos, sino para todo el país, para todos los chilenos".