Partido de Puigdemont deja el gobierno catalán tras la ruptura entre fuerzas independentistas

07 de octubre, 2022 | 16.40

El partido del expresidente de Cataluña Carles Puigdemont decidió hoy abandonar la coalición independentista que gobierna la región española, ante diferencias sobre el vínculo político con Madrid y los métodos para avanzar en un nuevo intento de secesión.

Tras dos días de consulta, el 55,73% de los militantes de Junts votaron que su partido "no" continúe formando parte de la coalición presidida por Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), frente al 42,39% que optó por el "sí", según los resultados provisionales facilitados por la formación.

Con el triunfo de la ruptura se impone la visión de Puigdemont, fundador de su fuerza, quien pese a residir en Bélgica desde 2017 para esquivar a la justicia española sigue manteniendo su influencia en el ala más radical del independentismo.

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Desde Praga, donde asistió a una cumbre de dirigentes de la Unión Europea (UE), el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró abogar por la "estabilidad" del gobierno catalán en estos "momentos tan difíciles" para toda la sociedad.

Con Puigdemont entonces a la cabeza, la coalición formada por Junts y ERC lideró el pulso secesionista catalán organizando un referendo en 2017, pese a la prohibición de la justicia española.

Cinco años después, ERC impulsa con fuerza la negociación emprendida con el gobierno de Pedro Sánchez en Madrid, pero Junts la considera inútil y no renuncia a la vía unilateral.

"El gobierno de Pere Aragonès es un gobierno fracasado", lanzó la presidenta de Junts, Laura Borràs, tras consumarse la ruptura con ERC.

"Un gobierno que ha perdido la legitimidad democrática y que ha priorizado pactos con el PSOE (Partido Socialista) en vez de priorizar los acuerdos que permitieron su propia investidura", agregó esta secesionista citada por la agencia de noticias AFP.

La decisión de Junts, sin embargo, no debe acabar con el ejecutivo catalán surgido de los comicios autonómicos del año pasado.

El presidente Pere Aragonès, que ya adelantó que no contemplaba convocar elecciones si sus socios salían del gobierno, deberá remodelar su equipo para gobernar en minoría.

Este nuevo escenario podría comportar un fortalecimiento de la colaboración entre el Partido Socialista de Sánchez y ERC, ahora también en el plano regional.

Sánchez, de su lado, reiteró desde Praga que su partido tiene "siempre tendida la mano en aras de ese diálogo por el reencuentro dentro de la sociedad catalana".

Estas tensiones, que ya ocasionaron el final prematuro del anterior gobierno de coalición liderado entonces por Junts, se hicieron insostenibles la semana pasada, cuando la formación amenazó con solicitar una moción de confianza al presidente Aragonès, al considerar su ejecutivo poco comprometido con la independencia.

Airado por lo que consideró una deslealtad de sus socios, Aragonès cesó al día siguiente a su vicepresidente y máximo representante de Junts en el gobierno, Jordi Puigneró.

Con el partido profundamente dividido sobre qué rumbo tomar, Junts decidió entonces convocar la consulta a sus militantes y arrancó una campaña que agravó su división interna.

Con información de Télam