En Canadá, Francisco pidió evitar "la tentación de dividir el mundo en buenos y malos"

27 de julio, 2022 | 19.54

El papa Francisco pidió hoy en Canadá evitar "la tentación de dividir el mundo en buenos y malos" o "en amigos y enemigos", criticó "la carrera armamentística" que se da "ante la locura sin sentido de la guerra" y planteó que "la política no puede quedar prisionera de los intereses partidistas" ni de lobbies para buscar el bien común.

"¡Cuánta necesidad tenemos de escucharnos y dialogar, para alejarnos del individualismo imperante, de los juicios apresurados, de la agresividad desenfrenada, de la tentación de dividir el mundo en buenos y malos!", planteó este miércoles el pontífice en Quebec al iniciar la segunda etapa de su visita de seis días a Canadá, en una referencia implícita a los conflictos armados de la actualidad.

En el discurso que leyó ante autoridades políticas e indígenas del país, en lo que pareció una referencia implícita a la guerra en Ucrania, el Papa lamentó que "hoy, ante la locura sin sentido de la guerra, necesitamos de nuevo calmar los extremismos de la contraposición y curar las heridas del odio".

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"No necesitamos dividir el mundo en amigos y enemigos, distanciarnos y armarnos hasta los dientes: no será la carrera armamentística ni las estrategias de disuasión las que traigan la paz y la seguridad", convocó Francisco.

Para el Papa, en esa dirección, "no hay que preguntarse cómo continuar las guerras, sino cómo detenerlas".

Frente al premier Justin Trudeau y representantes políticos y diplomáticos, el Papa pidió "impedir que los pueblos vuelvan a ser rehenes de las garras de espantosas guerras frías que se extienden".

"Se necesitan políticas creativas y con visión de futuro, que sepan romper los esquemas de los bandos para dar respuestas a los retos globales", reclamó en su primer discurso en Quebec, a donde llegó hoy tras tres días en Edmonton.

El Papa reclamó además que "la política no puede quedar prisionera de los intereses partidistas" para hacer frente a los "grandes retos actuales" del mundo globalizado.

"Hay que saber mirar, como enseña la sabiduría indígena, a las siete generaciones futuras, no a la conveniencia inmediata, a los plazos electorales o al apoyo de los lobbies", pidió en un discurso en el que también agradeció al Gobierno canadiense la "generosidad en acoger a numerosos inmigrantes ucranianos y afganos".

Francisco retomó además el hilo conductor de la primera etapa de su viaje, la denuncia del "mal" cometido en los internados que funcionaron en Canadá desde fines del siglo XIX hasta la década de 1990 en los que miles de niños nativos sufrieron abusos.

"Aquella historia de dolor y de desprecios, originada por una mentalidad colonizadora, no se sana fácilmente. Al mismo tiempo, nos advierte que la colonización no se detiene, sino que en muchos lugares se transforma, se disfraza y se disimula", afirmó.

Con información de Télam