La fiscalía general ucraniana anunció hoy que abrió una investigación contra diez soldados rusos acusados de presuntos crímenes cometidos en Bucha, la localidad cercana a Kiev en la que se encontraron decenas de cuerpos de civiles asesinados tras las retiradas de las tropas rusas.
"Diez soldados de la 64ª brigada de fusileros motorizados rusos son investigados en vinculación con el trato cruel de civiles y otras violaciones de la ley y costumbres de la guerra", indicó la fiscalía en un comunicado.
La Fiscalía consideró probado que miembros de esta unidad ejecutaban y torturaban a civiles, por ejemplo dejándolos de morir de hambre y sed o con ejecuciones simuladas.
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La fiscal general, Irina Venediktova, confirmó en su cuenta de Facebook que diez de estos militares fueron acusados formalmente y difundió nombres y rostros de los sospechosos para apelar a la colaboración.
Las tropas rusas abandonaron Bucha el 1 de abril y, desde entonces, se recuperaron más de 350 cadáveres, según autoridades locales. La mayoría de los cuerpos tenían heridas de bala y las imágenes de satélite demuestran que ya había cadáveres en las calles antes del repliegue.
Las masacres de Bucha provocaron la condena de la comunidad internacional y llevaron a los aliados de Kiev a tomar nuevas sanciones contra Rusia.
Moscú, sin embargo, niega su responsabilidad en lo ocurrido en Bucha y afirma que se trata de un "montaje" orquestado por los ucranianos para perjudicar la imagen de las tropas enviadas por el presidente Vladimir Putin.
El secretario general de la ONU, António Guterres, realizó hoy una visita a Bucha y pidió a Rusia cooperar con la investigación de la Corte Penal Internacional (CPI) por posibles crímenes de guerra perpetrados en Ucrania.
"Cuando vemos este lugar horrible, entiendo cuán importante es tener una investigación completa y establecer las responsabilidades. Insto a Rusia a aceptar cooperar con la CPI", expresó Guterres a periodistas durante su recorrida por Bucha, al noroeste de la capital de Ucrania.
Con información de Télam