El presidente francés, Emmanuel Macron, nombró como primer ministro al titular de Educación, Gabriel Attal, decidido a imprimir un nuevo impulso a su gestión en un año marcado por las elecciones europeas y los Juegos Olímpicos, pero sobre todo con la vista puesta en evitar un ascenso de la ultraderecha en los comicios de 2027. "Sé que puedo contar con su energía y su compromiso para implementar el proyecto de rearme y regeneración que anuncié", escribió Macron en la red social X en un mensaje dirigido a su nuevo jefe de Gobierno. Su nombramiento fue criticado tanto por la extrema derecha como por sectores de la izquierda.
Attal, que a sus 34 años se convirtió en el primer ministro francés más joven y en el primero en contar públicamente que es homosexual, asumió el cargo en lugar de Élisabeth Borne, que ayer presentó su renuncia, en medio de la intención de Macron de producir una reconfiguración de su gobierno.
Para ello, el futuro inquilino de (el palacio) Matignon deberá impulsar el "rearme industrial, económico, europeo" y también "cívico", que el presidente centrista, de 46 años, prometió el 31 de diciembre para impulsar su segundo mandato.
"Mi objetivo será mantener el control de nuestro destino y liberar nuestro potencial francés", confirmó Attal durante el acto de traspaso de poderes, en el que fijó sus ejes: el trabajo, las empresas, la juventud y la escuela, reseñó la agencia de noticias AFP.
"Me llevo aquí, a Matignon, la causa de la escuela. Reafirmo que la escuela es la madre de nuestras batallas, la que debe estar en el centro de nuestras prioridades y a la que, como primer ministro, daré todos los medios de acción necesarios para su éxito. Será una de mis prioridades absolutas en mi actuación al frente del Gobierno. Desde este punto de vista habrá una forma de continuidad", dijo el flamante premier, según consignó el diario Le Monde.
La designación de Attal fue apoyada por las fuerzas políticas afines al Gobierno y criticada por la oposición, tanto de la izquierda como de la derecha y extrema derecha, que en general consideraron que el presidente nombró en el cargo a un clon suyo, por características de juventud y tendencia ideológica.
La líder de ultraderecha Marine Le Pen dijo que los franceses no pueden esperar "nada de este cuarto primer ministro y de este quinto Gobierno en siete años", y calificó la jugada política de Macron como "un ballet infantil de ambiciones y egos", transcribió el diario Libération.
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El presidente del grupo derechista Los Republicanos en el Senado, Bruno Retailleau, conjeturó en redes sociales que Attal "será un buen primer ministro si logra aplicar una buena política para Francia: una política de restauración de las cuentas públicas, recuperación de la autoridad y reconstrucción de nuestros colapsados servicios públicos. Pero esto requeriría una ruptura profunda con el macronismo. ¿Gabriel Attal tiene el perfil y las ganas? Respuesta en los próximos meses".
Desde la izquierda, Jean-Luc Mélenchon disparó: "Desaparece el cargo de primer ministro. El monarca presidencial gobierna solo con su Corte. ¡Ay del pueblo cuyos príncipes son niños!".
El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, también criticó al nuevo primer ministro en X: "Emmanuel Macron se sucede a sí mismo", sostuvo y citó una famosa máxima de la novela El gatopardo, de Giusseppe di Lampedusa: "Todo debe cambiar para que nada cambie...".
¿Quién es Attal?
Con una imagen de "buen alumno", Attal, cuya trayectoria política comenzó en el Partido Socialista antes de unirse a las filas de Macron en 2016, encarna además la derechización de la política del presidente. Durante sus seis meses al frente del importante Ministerio de Educación defendió una escuela de "derechos y deberes", prohibió la abaya -prenda usada por las musulmanas- y se manifestó a favor del uso de uniformes escolares.
Hijo de un productor de cine y antiguo alumno de la elitista Escuela Alsaciana de París, anunció además el regreso de los repetidores o la introducción de grupos de nivel para las clases de francés y matemáticas en secundaria.
Su rápido ascenso político -de secretario de Estado en 2018 a primer ministro, pasando por portavoz del Gobierno, titular de Cuentas Públicas y de Educación- recuerda al de Macron, que se convirtió en presidente en 2017 con 39 años: "La juventud, su popularidad en la opinión pública y la capacidad real o supuesta de liderar la campaña del Gobierno para las elecciones europeas" decantaron su designación, indicó una fuente próxima al ejecutivo.
Con 19% de intención de voto, según un sondeo de OpinionWay de mediados de diciembre, la alianza oficialista tiene una dura tarea para alcanzar al partido de la ultraderechista Marine Le Pen (27%) en las elecciones al Parlamento Europeo de junio próximo. La alianza centrista de Macron perdió su mayoría absoluta en las elecciones legislativas de 2022 y, desde entonces, ha tenido que recurrir al apoyo de la oposición de derecha para aprobar sus reformas clave, tensando el ala izquierda del oficialismo.
El nombramiento de Attal refuerza su eventual deseo de presentarse como sucesor de Macron en 2027, como también quieren otras figuras del oficialismo, como los ministros Bruno Le Maire y Gérald Darmanin, y el ex primer ministro Édouard Philippe, según los analistas.
Con información de Télam