Esta semana los estados de Río de Janeiro, San Pablo y Bahía fueron noticia de todas las portadas de los medios brasileños luego de que se dieran en paralelo distintos operativos policiales que dejaron más de 40 personas fallecidas. Los hechos se dan a poco más de una semana de que el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva presentara el Programa de Acción de Seguridad orientado a bajar los niveles de violencia en el país. "No existe el combate al crimen sin efecto colateral", dijo el gobernador bolsonarista de San Pablo.
El operativo de este miércoles, en el Complexo da Penha, un conjunto de favelas ubicado en el norte de Río de Janeiro, se sumó a los ocurridos el domingo en el estado de San Paulo y el jueves en Bahía, donde murieron 16 y 19 personas respectivamente.
Según dieron a conocer las autoridades, la acción en Río tuvo como objetivo "localizar y detener a integrantes de grupos criminales" de la región, cuyos líderes tenían prevista una reunión para este miércoles, según informaciones de inteligencia que guiaron la acción policial, indicó un comunicado de la Policía Militar. Como en los otros casos, la fuerza informó que los agentes «fueron atacados a tiros» por individuos armados y se produjeron enfrentamientos.
"Once sospechosos fueron socorridos" y trasladados a un hospital, pero "nueve de ellos no resistieron" las heridas, según el comunicado, que fue recogido por la agencia de noticias AFP. Entre los muertos hay dos líderes de bandas criminales, dijo la policía.
En las ciudades de Guarujá y Santos, litoral de San Pablo, se llevó a cabo la Operación Escudo luego del asesinato del soldado Patrick Bastos Reis, informaron los medios brasileños. Como consecuencia, entre el 28 y el 2 de agosto, al menos 16 personas fueron asesinadas y 84 detenidas. Según denunciaron vecinos de los barrios hubo "ejecuciones aleatorias" y se registraron relatos de "tortura" en el marco de la investigación, informó Agencia Brasil, en función de los relatos tomados por la comisión de diputados y diputadas paulitas que se conformó luego de que se diera a conocer la noticia.
A pesar de eso, el gobernador y exfuncionario bolsonarista, Tarcísio de Freitas, defendió el operativo e informó que continuará durante un mes. "Tenemos una situación de crimen organizado que intenta mantener su territorio, que está ahí agonizando. No existe el combate al crimen sin efecto colateral", declaró Freitas, según citó Carta Capital.
En el caso del estado de Bahía, ubicado al norte del país y gobernador por Jerônimo Rodrigues Souza, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), el Ministerio Público informó que investigará aquellas operaciones emprendidas por la Policía Militar que dejaron 19 personas asesinadas en las ciudades de Camaçari, Salvador y en Itatim, entre el 28 y el 30 de julio. En todas las ocasiones, según la información de la policía, fueron casos de "enfrentamientos" o situaciones en las que la policía fue llamada para intervenir y acabó a los tiros con narcotraficantes.
Según datos oficiales del Foro Brasileño de Seguridad Pública citados por el diario Estadão, 1464 personas fueron asesinadas en "enfrentamientos" con la policía bahiana el año pasado, al contrario de lo que sucede en el resto del país, en donde el número fue de 6524 asesinatos a 6430, en función del Anuario del Foro de Seguridad. La letalidad policial en el este Estado, en tanto, fue la más alta del país en 2022. En esta línea, el gobierno bahiano salió a aclarar que "son constantes las inversiones en capacitación, tecnología e inteligencia para las fuerzas de seguridad del Estado, buscando siempre como principal objetivo la preservación de las vidas".