Como había prometido el ahora presidente Luiz Inácio Lula da Silva durante la campaña electoral, la petrolera brasileña Petrobras anunció este martes que pone fin a su política de precios ligada a la cotización internacional de la nafta y el diésel para evitar que la "volatilidad" internacional afecte a los consumidores locales. "Los reajustes continuarán siendo realizados sin periodicidad definida, evitando pasar a los precios internos la volatilidad coyuntural de las cotizaciones internacionales y de la tasa de cambio", indicó la compañía semipública en una nota.
De esta manera, se pone fin "a la subordinación obligatoria al precio de paridad de importación, manteniendo el alineamiento con precios competitivos por punto de venta, con miras a la mejor alternativa accesible a los clientes", agregó. El presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, ya había prometido en campaña que iba a "abrasilerar" los precios de Petrobras, dependientes de una política que para el mandatario buscaba "agradar a los accionistas en detrimento de los brasileños".
Tras asumir el mando en enero, Lula designó al frente de la compañía al ex senador Jean-Paul Prates con el visto bueno del directorio. En el comunicado de este martes, Prates afirmó que "con esta estrategia comercial, Petrobras será más eficiente y competitiva".
"Vamos a continuar siguiendo las referencias del mercado, sin abdicar de las ventajas competitivas de ser una empresa con gran capacidad de producción, estructura (...) y transporte en todo el país", agregó, según recogió la agencia de noticias AFP. Tras el anuncio, las acciones ordinarias (PETR3) de la compañía subían 2,03 por ciento al inicio de la sesión de la Bolsa de San Pablo.
Al llegar a la Presidencia, Lula decidió frenar la desinversión y venta de activos de Petrobras iniciada en 2016, tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, por los gobiernos de Michel Temer y Jair Bolsonaro. La política ejecutada por Temer y Bolsonaro fue la que incorporó la paridad de precio internacional, es decir, que se cobraba al consumidor brasileño por los combustibles como si estos fueran importados.
Es por eso que el año pasado Petrobras registró ganancias líquidas de 36.000 millones de dólares, un 76% más que en 2021. Fue el mayor resultado positivo para una empresa en la historia de Brasil. La compañía, que está controlada por el Estado brasileño, pero cotiza en las bolsas de Nueva York, Madrid y San Pablo, anunció entonces que iba a distribuir los llamados 'megadividendos" entre los accionistas privados, los más importantes fondos de inversión estadounidenses.