El Supremo Tribunal Federal (STF) -el máximo órgano judicial- de Brasil comenzó con el primer juicio contra cuatro imputados por los intentos golpistas del pasado 8 de enero contra los Tres Poderes. Cada uno de ellos será juzgado de manera individual y les once magistrades deben expedir su opinión en cada caso por la condena o la absolución de los detenidos, en un proceso que se prevé dure hasta este jueves. La Procuraduría General de la República (PGR) presentó más de 1300 denuncias y la idea es que todas esas causas sean definidas en lo que queda del año. El juicio se lleva adelante, al mismo tiempo, que la Policía Federal encabeza diferentes investigaciones que señalan la existencia de una trama para llevar adelante un golpe de Estado, gestada por el exmandatario Jair Bolsonaro.
Apenas ocho días después de la asunción del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, el pasado 8 de enero miles de seguidores del exmandatario invadieron el Palacio de Justicia, el Ejecutivo y el Legislativo, en Brasilia. Ahora, tras nueve meses, la Corte, que puede juzgar delitos contra la Constitución, inició el proceso judicial que se estima, lleve por lo menos hasta fin de año.
"Se buscó derrocar a un gobierno que fue legítimamente electo con el voto universal con el pretexto de que hubo fraude en las elecciones. Brasil hace mucho que dejó de ser una república bananera y los golpes son una página pasada en la historia", dijo en el inicio de la sesión especial en su acusación el vicefiscal general de Brasil, Carlos Dos Santos.
Los acusados, que fueron detenidos en “flagrancia”, son: Aécio Lúcio Costa Pereira, Thiago de Assis Mathar, Moacir José dos Santos e Matheus Lima de Carvalho Lázaro. Sobre ellos, pesan las acusaciones de “tentativa de abolición violenta del Estado democrático de derecho y golpe de Estado”, “asociación criminal armada” y “daño contra el patrimonio público con sustancias inflamables”, que pueden sumar penas de hasta 30 años de prisión, informó Agencia Brasil.
Cada uno de ellos, será juzgado individualmente en el marco de una sesión que comenzó esta mañana con la manifestación del relator de las acciones penales, el magistrado Alexandre de Moraes, que llevó adelante la lectura del resumen de cada proceso y, luego, la Procuraduría y la defensa de cada acusado cuentan con una hora para expedirse. Luego, se lleva adelante la votación en orden de antigüedad. Tras conocerse todos los votos, se anuncia la condena. Hasta el cierre de esta nota, los magistrados Moraes y Nunes Marques se manifestaron sobre la condena contra Costa Pereira y la magistrada Rosa Weber, suspendió el juicio hasta este jueves a las 9.30.
En su discurso, el relator del caso, Alexandre de Moraes, reforzó la gravedad de los ataques y afirmó que el “negacionismo oscuro” hace que los involucrados y los abogados intenten minimizar los actos golpistas.
Las estrategias de las defensas
Según publicó el diario Estadão, la Defensoría Pública de la Unión (DPU), que tiene la defensa de Carvalho Lázaro -cuyo caso todavía no se trató-, expondrá un argumento que involucra a las autoridades bolsonaristas, en especial, al exmandatario, aunque sin citarlo. Para la DPU, Lázaro habría perdido la “noción de ilegalidad” debido a que las autoridades construyeron la idea de que la toma del poder por medios antidemocráticos estaría prevista en la Constitución.
“Esta idea se dio apoyo en numerosas plataformas y publicaciones en internet, y a partir de ahí se construyó la idea del “autorizo”. Si bien la proposición es flagrantemente inconstitucional, lo cierto es que innumerables personas con una relevante posición de autoridad social, y por así decirlo en una posición de “legitimidad” ante la sociedad, entendieron la noción de que la posibilidad de intervención o no de las Fuerzas Armadas Fuerzas era una cuestión de mera duda jurídica”, explicó la DPU, según citó Estadão. El resto de las defensas promueven la absolución de los acusados y piden que, en todo caso, se reconozca que hay circunstancias que “disminuyen la pena y atenuantes”, informó G1.
Además, plantean que, en caso de que haya condenas, cumplan sus penas en un régimen abierto, como ser la prisión domiciliaria, por ejemplo. En tanto, Agencia Brasil, señaló que el magistrado Moraes, autorizó que la Procuraduría proponga acuerdos de no persecución penal para cerca de mil investigados que estaban en un campamento montado en frente del cuartel del Ejército en Brasilia, y no participaron de los ataques a los poderes públicos. En ese contexto, el acuerdo de no persecución penal, quienes son acusados de crímenes cometidos sin violencia o sin grave amenaza con pena mínima de cuatro años pueden confesar los crímenes a cambio de medidas diversas de prisión, como reparación del daño provocado, entrega de los bienes que son frutos del crimen, pago de multas o prestación de servicios a la comunidad.
¿Quiénes son los primeros juzgados?
Aécio Lúcio Costa Pereira
Según la PGR, el imputado estuvo involucrado en la destrucción de las instalaciones del Congreso Nacional. Durante todo el proceso y el interrogatorio el imputado afirmó que pensaba que la manifestación sería pacífica y que no portaba armas. Además, negó haber causado daños materiales y haber utilizado la violencia.
Thiago de Assis Mathar
Según la PGR, estuvo involucrado en el asalto al Palacio del Planalto. Cuestionado durante el proceso, afirmó que no había ninguna barrera que impidiera el acceso al edificio. Negó haber causado daño alguno y dijo que no tenía "ninguna intención de dar un golpe de Estado o derrocar al gobierno electo, sino sólo de expresar su descontento".
Moacir José dos Santos
Según denuncia del Ministerio Público, actuó en la destrucción de Planalto. Cuando fue interrogado, dijo que la manifestación fue pacífica. También "negó haber cometido actos de violencia contra agentes de policía o miembros de las fuerzas de seguridad" y afirmó que "no causó daños a ningún bien".
Mateus Lima de Carvalho Lázaro
Fue detenido tras salir del Congreso, cuando se dirigía a la zona central de Brasilia. Al ser interrogado, negó haber cometido delitos y dijo que su intención era manifestarse pacíficamente.