Las autoridades enfrentan una situación crítica en el sur de Brasil. Más de un millón de hogares se encuentran sin agua debido a las devastadoras inundaciones que afectan a la región.
La Defensa Civil de Rio Grande do Sul afirmó que fueron confirmadas 75 muertes debido a las tormentas que azotaron el estado, según un boletín difundido a las 12 de la noche de este domingo. Además, hay 103 desaparecidos, 155 heridos y más de 107 mil personas desplazadas de sus hogares.
Los estados que fueron golpeados con más fuerza por las inundaciones fueron Rio Grande do Sul y Santa Catarina, y se espera que siga lloviendo durante los próximos días.
Las intensas lluvias generaron desbordamientos de ríos, deslizamientos de tierra y han dejado a cientos de localidades incomunicadas. En la ciudad de Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul, el centro histórico ha quedado inundado luego de que el río Guaíba alcanzara niveles récord. La magnitud de la tragedia obigó al cierre del aeropuerto internacional de Porto Alegre y dejó a miles de personas varadas.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, describió la situación como "dramática" y "absolutamente sin precedentes". El alcalde de Porto Alegre, Sebastiao Melo, señaló que, a pesar de los esfuerzos de contención, un dique en el río Gravataí comenzó a desbordarse, agravando aún más la crisis.
En medio de este escenario desolador, los equipos de rescate continúan trabajando para salvar vidas y brindar asistencia a las personas afectadas. Más de 8.000 personas han sido rescatadas, algunas de ellas evacuadas desde los techos de sus hogares. Sin embargo, la tarea se ve obstaculizada por las condiciones climáticas adversas y la neblina resultante de la humedad.
Las autoridades advierten que la situación podría empeorar en los próximos días, ya que se espera que el caudal de los ríos se mantenga elevado durante un período prolongado. Mientras tanto, los habitantes de la región enfrentan el desafío de reconstruir sus vidas tras sufrir pérdidas materiales y humanas irreparables.
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