El Partido Liberal (PL), por el que Jair Bolsonaro apostó a llegar a una segunda presidencia de Brasil, presentó en la tarde de este martes un informe al Tribunal Supremo Electoral para pedir que se anulen 279,3 mil urnas electrónicas y puso en duda el resultado electoral de la segunda vuelta que dio a Luiz Inácio Lula da Silva su tercer mandato. El anuncio fue encabezado por el presidente del PL, Valdemar Costa Neta, en medio del silencio y la poca actividad de Bolsonaro desde el día del balotaje.
Según el resultado oficial, Lula se impuso en la segunda vuelta con el 50,9 por ciento, frente al 49,1 por ciento que obtuvo Bolsonaro, en un proceso avalado y reconocido como transparente por todas las misiones de más de 300 observadores nacionales independientes y 120 internacionales que participaron. El jefe de la misión de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el excanciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano, afirmó en esa oportunidad que los comicios generales fueron “absolutamente” normales. Así como lo sostuvo una pesquisa pedida por el mismo Bolsonaro y que realizó el Ministerio de Defensa.
“Este informe no expresa la opinión del Partido Liberal. Pero es el resultado de estudios elaborados por especialistas egresados de una de las universidades más respetadas del mundo y que, a nuestro entender, debe ser analizado por especialistas del TSE”, dijo Valdemar en una conferencia de prensa en la que decidió no responder las preguntas de los periodistas. El informe presentado solo abarca la segunda vuelta y el diario Folha de Sao Paulo lo calificó como “sin pruebas”.
El presidente del TSE, Alexandre de Moraes, respondió de inmediato a la demanda del PL y dijo que sólo puede ser analizada si también se presentan dudas sobre la primera vuelta, realizada cuatro semanas antes, en la que también se celebraron las elecciones legislativas, en las que el PL obtuvo 99 diputados, que le darán la primera minoría en la Cámara baja a partir del año próximo. Las elecciones “son limpias, seguras y transparentes”, había dicho De Moraes, en un acto con los observadores internacionales en la semana previa a la elección.
Las respuestas
Para la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, “la actuación de Bolsonaro en el TSE es una artimaña que debe ser sancionada como litigio de mala fe” y pidió que no hubiera más irresponsabilidad, insultos a las instituciones ya la democracia. “La elección se decidió por el voto y Brasil necesita paz para construir un futuro mejor”, manifestó.
“A los golpistas les toca pedir la anulación de los votos en 'urnas viejas'. Otro pretexto para no respetar el voto popular. Adviértale al PL, el partido de Bolsonaro y Valdemar da Costa Neto, que no sirve de nada patear: Lula TOMARÁ POSSE el 1 de enero”, publicó el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), aliado del PT.
El reclamo del PL
Valdemar anunció la iniciativa junto al presidente del Instituto Voto Legal, Carlos Rocha, entidad que fue contratada por el PL para realizar estudios sobre el funcionamiento de las urnas. También estuvo presente el abogado Marcelo Bessa, responsable de la solicitud enviada al TSE. Llegó, además, tras veinte días de silencio de Bolsonaro en los que el mandatario solo ha tomado el micrófono para pronunciarse en dos oportunidades en las que, a duras penas, aceptó el resultado de las elecciones.
“Es imposible asociar esa actividad con la urna que realizó. Este es un indicio muy fuerte de que hay un problema con los programas”, dijo Rocha a los periodistas. “Este problema puede tener diferentes causas, el informe entra en ese detalle. Otro punto es esta ocurrencia de la violación del secreto del acto del voto”. Rocha también afirmó que los dispositivos antiguos comenzaron a tener problemas físicos durante las elecciones de este año.
Las urnas electrónicas que busca impugnar el partido de Bolsonaro son los modelos UE2009, UE2010, UE2011, UE2013 y UE2015, especificó la cadena CNN Brasil. Es que, según el PL, sólo las urnas del modelo UE2020 serían perfectamente auditables. En la segunda vuelta, según el mismo espacio, esas urnas representaron el 40,82 por ciento de las utilizadas. En este universo, según el cálculo del PL, el presidente Bolsonaro habría ganado.
Días antes de la primera vuelta de las elecciones de 2022, el partido ya había dado a conocer un dictamen de IVL que alertaba sobre posible "invasión interna o externa" a las urnas. Si bien la máquina de votación electrónica se lanzó en 1996, la tecnología se ha ido actualizando desde entonces. En las elecciones de este año, hubo más de 577 mil máquinas de votación en uso.
En tanto, la Justicia Electoral utiliza los modelos 2009, 2010, 2011, 2013, 2015 y 2020. Mientras, los más antiguos, de 2009, representan el 13 por ciento del total de equipos en uso. Todas las versiones utilizan los mismos programas, desarrollados por la Secretaría de Informática del TSE y mejorados. De hecho, las urnas electrónicas se usan en Brasil sin problemas desde su lanzamiento, pero Bolsonaro las cuestionó en reiteradas ocasiones y defendió que se aplique el voto impreso; e incluso llegó a amenazar el año pasado con la no celebración de elecciones de este año si Congreso Nacional no aprobaba el cambio en el sistema.
En 2021, el presidente fue investigado por el Tribunal Supremo Federal por difundir noticias falsas para atacar el actual sistema de voto con urnas electrónicas e intentar así denunciar fraude en las elecciones de 2022 en caso de derrota.