La expresidenta de Brasil Dilma Rousseff será la próxima presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) para las economías emergentes del bloque que el gigante sudamericano conforma junto con Rusia, India, China y Sudáfrica. La lideresa petista, que fue expulsada de su cargo tras un golpe de estado en 2016, acompañó durante toda la campaña al ahora mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en el día en que ganó las elecciones y está presente en cada acto oficial. La decisión está enmarcada dentro de los movimientos de Lula para la visibilidad del país en el ámbito geopolítico, que encarna en la frase que repite cada vez que puede: "Brasil está de vuelta".
La información fue filtrada por el portal de noticias O’Globo y luego confirmada por el periodista de ese portal Lautaro Jardim, al cabo de meses de especulaciones sobre el lugar que Dilma ocuparía en el gabinete.
Rousseff, de 75 años, formada en economía, es una especialista en energía y en los últimos años profundizó sus lazos con el mundo académico y estratégico de China, que es desde 2009 el principal socio comercial de Brasil. Se espera que su nombramiento llegue antes de la gira que el presidente hará en marzo a China.
El NDB fue inaugurado en 2015 y aprobó 80 proyectos por unos 30.000 millones de dólares en los países miembros, cubriendo áreas como energía limpia, transporte, desarrollo urbano, recursos hídricos y salud, infraestructura social e infraestructura digital. Su sede principal está ubicada en Shanghái y, aunque también tiene una oficina en la ciudad brasileña de San Pablo, se espera que la expresidenta se mude al gigante asiático hasta 2025, cuando finalizará su mandato en la entidad financiera, según lo confirmó el portal O’Globo.
La decisión de Lula implica sacar del cargo al reconocido militante bolsonarista Marcos Troyjo que, según informó el portal G1, irá a trabajar junto con otro seguidor del expresidente y gobernador de San Pablo, Tracísio Gomes de Freitas.
El recorrido militante de Dilma
Dilma Rousseff nació el 14 de diciembre de 1947, en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, ubicado en el este del país. Fue una de las fundadoras del Partido Democrático Laborista (PDT, por sus siglas en portugués) en Río Grande do Sul, el histórico partido popular creado por Getulio Vargas en la década de 1940. Dejó esas filas en 2001 para sumarse al Partido de los Trabajadores (PT) fundado por Lula. Durante la dictadura militar, fue presa y torturada.
En los gobiernos de Lula fue ministra de Minas y Energía y jefa de la Casa Civil –jefatura de Gabinete-, en donde estuvo a cargo del Programa de Aceleración del Crecimiento. En 2010, fue electa como la primera presidenta mujer del país y reelecta en 2014, hasta que en 2016, la oposición llevó adelante un juicio político en su contra en donde la acusaron de haber tergiversado las cuentas del estado, en una maniobra que hicieron prácticamente todos los presidentes del país. Fue expulsada de su cargo y su vice, Michel Temer, quedó a cargo del Ejecutivo dejando el terreno preparado para el dirigente de extrema derecha Jair Bolsonaro.