En el último año, Brasil registró que 1463 mujeres fueron víctimas de femicidios. Los números relevados por el Foro Brasileño de Seguridad Pública (FBSP) mostraron que, al menos, una mujer fue asesinada por el sólo hecho de ser mujer cada seis horas durante 2023, lo que representa un 1,6% más que en 2022 y el mayor número registrado desde la tipificación del delito en la ley 13.104, en 2015. “Los datos presentados muestran un continuo crecimiento de la violencia de género en Brasil, en donde el indicador de femicidio es la evidencia más cabal”, destacaron en el informe.
En el documento que se puede encontrar en la página del FBSP, marcaron que los números crecen “a pesar de que el combate contra las mujeres ha sido un tema importante en la campaña presidencial de 2022” y que no todos los gobernadores “dieron la atención necesaria al tema”. Para el caso, citaron el ejemplo del gobernador de la capital económica-financiera del país: San Pablo, a cargo del bolsonarista Tarcísio de Freitas, que congeló las inversiones destinadas a la lucha contra la violencia hacia las mujeres desde el año pasado “incluso ante el crecimiento récord de femicidios y violaciones en ese estado”.
“El gobierno (de San Pablo) tampoco implementó el recurso asignado a nuevas comisarías de la mujer, habiendo ejecutado sólo el 3% de los 24 millones de reales (4,8 millones de dólares) previstos en la ley de presupuesto anual”, especificaron. Este estado, en tanto, se encuentra entre los que tienen la tasa más baja de femicidios (1,0 cada 100 mil mujeres) si se la compara con el escenario nacional entre 2022 y 2023, sin embargo, hubo una variación de 13.4%. Es decir, en 2022 se registraron 195 femicidios y, en 2023, 221.
El estado que encabeza la mayor tasa de femicidios es Mato Grosso, ubicado en el centro del país, con 2,5 de mujeres muertas por cada 100 mil. En segundo lugar, empatados como los estados más violentos para las mujeres están: Acre y Rondonia (ambos en el oeste, límite con Perú) y Tocantins (en el norte). En este caso, la tasa es de 2,4. Le sigue la capital, Brasilia con una tasa de 2,3.
Las tasas más bajas fueron registradas en Ceará (noroeste) con 0,9; San Pablo (1,1) y Amapá (en el norte) con 1,1. No obstante, en el caso de Ceará es destacaron que dese la tipificación de la ley, la Policía Civil reconoce un número “muy bajo” de femicidios comparado con el total de homicidios de mujeres registrados en ese estado. “Eso nos lleva a creer que estamos delante de un evidente subregistro”, observaron. Por ejemplo, en 2022, de un total de 264 mujeres asesinadas sólo 28 fueron tipificadas como femicidios.
El registro total, de 2015 hasta 2023 -considerando un subregistro en los primeros años de la implementación de la ley-, al menos 10.655 mujeres fueron víctimas de femicidio en el país vecino.