Las elecciones de este año en Brasil llegan con un condimento característico distintivo: 269 candidaturas LGBT+ que se presentan a través 21 partidos, un número récord en la historia del país. El dato lo dio a conocer la organización no gubernamental VOTE LGBT, que desde 2014 trabaja por la inserción política de esta comunidad. “La intención de ocupar los espacios de poder se presenta como una estrategia de sobrevivencia", explicó a El Destape la investigadora e integrante de Vote LGBT, Evorah Cardoso.
El próximo 2 de octubre unas 156,4 millones de personas podrán votar para elegir presidente, 27 gobernadores de estados y del Distrito Federal, 27 senadores y senadoras, 513 diputados y diputadas federales. También deberán elegir legisladores para los congresos y legislaturas locales. Los desafíos no son pocos en un contexto en el que la violencia política hacia esta comunidad marcó un hito poco antes del inicio del Gobierno de Jair Bolsonaro con el asesinato de Marielle Franco, la diputada negra, lesbiana y favelada de Río de Janeiro. Aunque el movimiento “Ele Nao” pretendió ponerle un freno para que acceda al poder, no se pudo frenar su presidencia.
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Sin embargo, el problema no está únicamente en el Gobierno. “El Congreso actual es el más conservador desde la vuelta a la democracia: más liberal en la economía, más conservador en las costumbres y más atrasado en relación a los derechos humanos y el medioambiente”, sentenció en diálogo con El Destape Camila Marins del PT de Río de Janeiro, que se avizora como la primera diputada nacional visiblemente lesbiana, feminista y negra.
De hecho, en Brasil, la mayoría de los derechos para las diversidades fueron a fuerza de movilización y lucha, pero casi siempre por fuera del amparo de la legislación federal. El matrimonio igualitario fue avalado por la Justicia en 2014. No hay una ley federal contra la incitación al odio o una prohibición explícita a la discriminación basada en la orientación sexual en los distintos ámbitos de la vida. El derecho a la identidad y a la reasignación de género también fueron conseguidos a través de antecedentes judiciales o decretos gubernamentales.
“Tenemos un déficit democrático muy grande hacia nuestra población. Es por eso, que frente a este proyecto de poder abiertamente lgbtfóbico y a la laguna de derechos no reconocidos por el Poder Legislativo, hoy se ponen al frente liderazgos del movimiento LGBTI y, también, de las mujeres negras e indígenas, para producir derecho”, sintetizó Cardoso.
Ahora, para del 2 de octubre la clave es convertir esas candidaturas en personas electas. Es evidente que el trabajo no es fácil y el antecedente del asesinato de Marielle Franco no es el único. En 2019, el diputado nacional Jean Wyllys huyó de Brasil por las amenazas de muerte que recibió tras la elección de Bolsonaro. La creciente ola de violencia hacia la población lo llevó a desistir de asumir su tercer mandato en la Cámara baja.
Resultados del relevamiento #VoteLGBT
Para recabar los datos VOTE LGBT creó un registro de personas interesadas, relevó las convenciones de los partidos que aprobaron las candidaturas y verificó a través de las solicitudes de inscripción que aparecen en el sistema del Tribunal Superior Electoral. Así, se construyó el número histórico.
De las 269 candidaturas, el 37,98 por ciento tiene entre 30 y 39 años; y en su mayoría pertenecen a los partidos del Partido de los Trabajadores (PT - 34,11), Partido Socialismo y Libertad (PSOL 34,11) y al Partido Socialista Brasileño (PSB 10,47), por lo que el espectro ideológico está ocupado en su mayoría (en un 82,17%) por candidaturas de izquierda; 15,89 responden al centro y 1,94 están identificados con partidos de la derecha.
- El 64% de las candidaturas LGBT+ son negras; 27% trans; y 18% está presente en candidaturas colectivas (rotativas). Además, el 28% se declaró gay; 27% bisexual; y el 23% lesbiana.
- São Paulo y Minas Gerais son los estados con mayor número de candidatos LGBT+, con 41 y 22%, respectivamente.
- Por región, el Sudeste tiene la mayor cantidad de solicitudes: 81 inscripciones, seguida por el Nordeste, con 55. El Norte tiene el número más bajo, con 12 candidatos.
- La mayoría de los candidatos LGBT+ buscan los puestos de diputado estatal, con 121 registros, y diputado federal, con 81.
Ahora bien, de todas maneras, Cardoso señaló que “existe una LGBTIfobia institucionalizada”, advirtió Cardoso. En consonancia con esa idea se manifestó la investigadora del Centro de Derechos Humanos y Ciudadanía LGBT, Bárbara Mendes. Según su visión, especialmente después de 2003, los temas de género y sexualidad se convirtieron en temas de disputa para la lógica electoral y, por lo tanto, “son un punto importante para ganar votos en tiempos de discusiones significativas sobre la representación política”.
Otro aspecto a tener en cuenta es que no todos los partidos tienen representación en la totalidad del territorio. El centroderechista Movimiento Democrático Brasileño (MDB), para el caso, es el de mayor presencia en el 60% del país y detrás corren los de izquierda con menos incidencia. “Los de derecha tienen más capilaridad. Eso es un problema porque cuando un LGBT elige a un partido de centro derecha no es necesariamente porque tiene una ideología conservadora, sino más bien porque es el partido disponible”, explicó Cardoso y marcó que en las ciudades más pequeñas las opciones de partidos disminuyen.
Marins reforzó esta idea con el ejemplo de Bolsonaro de cada día, un presidente que destila misoginia y aún así lo niega y busca contar con el aval de las mujeres y LGBTI+: “Hay un gran esfuerzo de su campaña para ganar el voto de las mujeres, sin el cual no tiene posibilidades de llegar a la segunda vuelta. La participación activa de la primera dama en la campaña tiene precisamente el objetivo de intentar mostrar un Bolsonaro diferente a lo machista que es”, sostuvo.
Lesbianas al poder
Camila Marins es periodista, feminista y activista por los derechos humanos, candidata por el PT en Río de Janeiro. Con ella, el Congreso Nacional de Brasil podría tener por primera vez una diputada abiertamente lesbiana. Es, además, editora de la Revista Brejeiras, publicación cooperativa hecha por y para lesbianas.
Según contó a El Destape su candidatura -concretada por la elección de los movimientos LGBTI- nació en un encuentro en la Casa das Pretas, organizado por la primera candidata lesbiana de Brasil en la década de 1990, Virgínia Figueiredo. “La razón de la candidatura es una reacción al borramiento que siempre hemos sufrido las mujeres lesbianas dentro de la política”, sostuvo.
- ¿Qué significa llegar a ser la primera diputada nacional negra y reconocida lesbiana en la historia de Brasil?
Tengo un orgullo enorme de haber sido elegida por los movimientos sociales de lesbianas en Río. Queremos ocupar nuestro espacio como voz activa dentro de la reconstrucción del país y darle al presupuesto público nuestra cara: como mujer negra y lesbiana. Entendemos que, en el Brasil de Marielle Franco, el tiempo es ahora de nosotras, las lesbianas negras. Colaboraremos por avances sociales en salud, educación, asistencia social y derechos humanos con nuestros ojos, a través de nuestros lentes. Nuestro papel en la política nacional prestará especial atención a las poblaciones periféricas, desde favelas, transexuales y travestis. Nuestra lucha es la de los trabajadores y profesionales de la comunicación, contra el genocidio de la población negra, el racismo y el lesbocidio, llevando siempre la memoria de Luana Barbosa, una madre negra y lesbiana firmada brutalmente por la policía tras pedir ser registrada por una policía. A pesar -y precisamente por- todo lo que aún se interpone entre nosotros y los espacios de decisión y de gobierno, decidimos atrevernos y luchar por nuestra representación en este espacio que es nuestro derecho.
Violencias hacia la población LGBT+
En los últimos años, la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra) publicó un documento en el que dio a conocer distintos relevamientos sobre la población travesti trans en el país entre 2017 y 2022.
Entre los resultados destacaron:
- El 99,7% de las personas LGBTI no se siente segura en Brasil.
- Según el Grupo Gay da Bahía, de 2017 a 2020, se perpetraron al menos 1431 crímenes de odio y/o LGBTIfobia. De estos, 237 ocurrieron en 2020: 76 mujeres transgénero y travestis, 51 gays, 10 lesbianas, 3 hombres trans y 3 personas bisexuales. De las 136 personas cuya raza/etnia se pudo verificar, el 54% eran afrodescendientes.
- Brasil fue registrado como el país con mayor número de asesinatos entre octubre de 2018 – 2019, con 139 crímenes.
En el documento también se marcó la “inexistencia de protección legislativa para combatir la violencia y la discriminación”. Mendes, para el caso, sintentizó el movimiento de los últimos años con la llegada de Bolsonaro al poder: "El resurgimiento de prácticas violentas apoyadas por figuras políticas a nivel nacional, trajeron la violencia como proyecto político", pasos que se deberán desandar para crear una agenda en favor de los derechos humanos y con mayor resguardo para las diversidades.