La Policía Federal y la Justicia brasileña amontonan cada día más pruebas contra el expresidente Jair Bolsonaro por la tentativa de golpe de Estado en Brasil. Luego de decenas de allanamientos a sospechosos de haber intentado llevar adelante el golpe para evitar la victoria y asunción de Lula da Silva, se conoció un video del propio Bolsonaro mientras todavía ejercía el poder en el que, previo a las elecciones de octubre de 2022, barajaba junto a su equipo la posibilidad de "poner las tropas en las calles" y "dar un golpe de Estado".
"¿Alguien tiene alguna duda sobre lo que sucederá el 2 de octubre (de 2022, en las elecciones presidenciales? ¿Qué resultado se transmitirá por televisión a las 22 horas? ¿Alguien tiene alguna duda sobre esto? Entonces tendremos que presentar un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo Federal, puta que lo parió. Nadie quiere dar vuelta a la tortilla. Nadie quiere dar un golpe de Estado. Nadie quiere poner las tropas en las calles, cerrar esto, cerrar aquello. Estamos viendo lo que está pasando. ¿Vamos a esperar qué?", fue el discurso que dio Bolsonaro en una reunión privada frente a sus colaboradores fechada en julio de 2022, pero que ahora se filtró a la prensa a través de un video publicado por la cadena g1, perteneciente al multimedio O Globo.
De este modo, la Policía Federal y la Justicia brasileña amontonan cada día más pruebas contra el expresidente Jair Bolsonaro por la tentativa de golpe de Estado.
El último jueves, tras un megaoperativo para investigar el rol de militares, ministros y del mismo exmandatario, reconfirmaron la tesis sobre la que vienen trabajando desde enero pasado cuando miles de bolsonaristas ocuparon la sede de los Tres Poderes en Brasilia: hubo una tentativa de “garantizar la mantención del entonces presidente en el poder”, dijeron y hallaron la confección de un decreto con medidas para impedir la posesión del actual jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva.
De acuerdo a la información difundida por la BBC brasileña, el ministro de la Corte Suprema de Justicia, Alexandre de Moraes, afirmó que la Policía Federal obtuvo evidencias de que:
- Bolsonaro estuvo envuelto en la confección de un decreto con medidas para impedir la posesión de Lula para mantenerse él en el poder;
- Que militares tenían organizadas manifestaciones contra el resultado de las elecciones y actuaron para garantizar que los manifestantes bolsonaristas tuvieran seguridad;
- El grupo cercano a Bolsonaro tenía monitoreado los pasos del juez Morales, de la Corte, inclusive, tenían acceso a su agenda de forma anticipada. A principio de año, en una entrevista televisiva, él mismo contó que los grupos golpistas tenían entre sus planes secuestrarlo y asesinarlo.
En ese contexto, la Policía informó que durante la jornada de este jueves llevaría adelante 33 allanamientos y la Justicia decidió retener el pasaporte de Bolsonaro para impedir su salida del país. También, colocaron sobre él la posibilidad de hacer contacto con otros investigados.
Durante la jornada, el diario paulista Folha, lo entrevistó y apeló a la victimización a pesar a de las pruebas: “Salí del gobierno hace más de un año y sigo sufriendo una persecución implacable. Olvídenme, ya hay otro gobernando el país”, dijo el exmandatario que nunca reconoció el triunfo de su contrincante y sobre el que, además, fue declarado “inelegible” hasta 2030 por el Tribunal Electoral.
"En esta etapa, las investigaciones indican que el grupo investigado se dividió en conjuntos de acción para difundir la denuncia de fraude en las elecciones presidenciales de 2022, incluso antes de que se llevaran a cabo los comicios, con el fin de habilitar y legitimar una intervención militar, en una dinámica de milicia digital", dice el comunicado policial.
Además, según dio a conocer la prensa brasileña, al menos unas nueve personas del entorno bolsonarista fueron detenidas, entre ellas: el coronel Marcelo Cámara, exsecretario de Bolsonaro; y el exasesor especial en asuntos internacionales Filipe Martins, conocido por su reivindicación de los movimientos de la extrema derecha de Estados Unidos; y el mayor del Ejército Rafael Martins de Oliveira, que actuó en el batallón de fuerzas especiales. En las últimas horas, además, se confirmó la detención del presidente del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto, acusado de portación ilegal de armamento cuando su domicilio fue allanado.