Lula pidió a los brasileños tratar “con mucho respeto” a quienes llegan al país con la “necesidad de sobrevivir”, ante el aumento de la migración venezolana. Los dichos del presidente llegaron después de que Brasil registrara un aumento en los contingentes de personas que llegan a su territorio desde la nación vecina, en medio de la reedición de la crisis venezolana a partir de las últimas elecciones del 26 de julio. Pero en el segundo año de la presidencia del líder del Partido de los Trabajadores (PT) también se constata que Brasil es un destino no solo para desplazados y migrantes sino también por el turismo que ya batió récords -en términos de personas y de recursos- incluso más que en tiempos en que fue sede del mundial 2014. Además, es un destino elegido por los argentinos que viven en la frontera para hacer las compras del super, ya que aún con la mayor valorización del real frente al peso, Brasil ofrece mejores precios frente a la falta de desaceleración de la inflación en Argentina.
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Migración y desplazados venezolanos
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“El ministro de Relaciones Exteriores (Mauro Vieira) tiene instrucciones y determinación de la Presidencia de la República de que tratemos con mucho respeto a las personas que vienen a Brasil por la necesidad de sobrevivir”, dijo Lula esta semana en una entrevista con Radio Norte FM en Manaos. Mientras daba un mensaje a su población para no tener actitudes reticentes frente a los recién llegados, aprovechó para enviarle varios tiros por elevación a su par venezolano, Nicolás Maduro: “Ustedes saben que el ser humano es una especie de nómada. Cuando no tiene dónde comer, cuando no tiene dónde trabajar, busca otros lugares”, dijo y agregó que espera que el país vecino “vuelva a la normalidad”.
El mandatario que más ha puesto en juego su capital político en tratar de buscar una solución a la crisis que se inició con los últimos comicios en Venezuela, viene cada vez más distanciado de Caracas, frente a la resistencia de Maduro de publicar los datos desglosados de la elección y las actas electorales. Por eso, en las últimas semanas, se han cruzado en forma indirecta con mensajes a través de la prensa. “El comportamiento de Maduro es decepcionante”, dijo Lula la primera semana de septiembre y el mes previo había dicho que el país del Caribe sudamericano tiene "un gobierno con sesgos autoritarios". Mientras que Maduro lo mandó, antes de las elecciones, a tomar “una manzanilla” después de que Lula dijera que se había asustado con unas declaraciones de su par en las que señaló que si perdía la elección habría un “baño de sangre”.
Si la media diaria antes de las elecciones era de 300 inmigrantes venezolanos que llegaban a Brasil, después de las elecciones pasaron a cifras cercanas a los 600, con un pico registrado el 26 de agosto, que fue de más de 740 personas que cruzaron la frontera en Pacaraima, en el estado de Roraima, según publicó el diario Folha de Sao Paulo. La periodista Mayara Paixão, quien estuvo en la frontera para esa nota, dijo a El Destape que si bien esos datos son solamente para ese cruce, esa “es la principal región de ingreso de venezolanos”. Los datos fueron proporcionados por la Policía Federal de Brasil junto a la agencia de la ONU para las migraciones (OIM). La estabilidad y los servicios públicos como el acceso a la salud son parte de los principales elementos que tienen en cuanta los migrantes para elegir un destino.
Esto aumentó también de 1 a 5 días la demora de los papeles básicos para los recién llegados, según pudo saber la cronista brasileña. Según la OIM, 1.134.532 migrantes venezolanos entraron en Brasil entre enero de 2017 y julio de 2024. De este total, 532.773 ya han dejado el país. “Esas personas que vienen tendrán que ser bien tratadas aquí, y el gobierno federal tiene la obligación de ayudar al estado de Roraima a cuidar de su educación, a mantenerlas, porque no queremos que vengan y pasen aún más necesidades de las que ya pasaron en Venezuela”, añadió Lula. Además de la ayuda específica para esa puerta de entrada que mencionó el presidente, Brasil tiene un programa llamado “Estrategia de internalización”, que busca que quienes ingresan por Roraima, sean relocalizados en otros estados del país y acercarles oportunidades de reinserción. El líder del PT tiene previsto visitar Roraima, pero aun no precisó la fecha.
La otra ciudad de Roraima que junto a Pacaraima son las principales puertas de entrada de estos migrantes es Boa Vista donde la Operación Acogida (Operação Acolhida, en portugués), el grupo de trabajo brasileño que junto con la ONU, desde 2018, reciben a los recién llegados estaban a principio de mes acondicionando refugios y ampliando su capacidad. Segú datos publicados el 6 de septiembre por el organismo de estadísticas de Brasil, pero con base en datos del censo de 2022, Roraima es el estado del país con el mayor número de residentes que viven en refugios, casas de medio camino o centros de bienestar para otros grupos vulnerables en el país, y donde albergaban a más de 7.000 venezolanos, que representa el 30,4% de los residentes en esta condición. Pero los datos aun no están actualizados. Por su parte, la ONG Human Rights Watch (HRW) denunció la precariedad de las políticas migratorias en una serie de países latinoamericanos en un dossier publicado el miércoles, y afirma que estas limitaciones terminan alentando a los migrantes -especialmente a los procedentes de Venezuela y Haití- a cruzar el peligroso estrecho de Darién, entre Panamá y Colombia, para intentar entrar en Estados Unidos. Sin embargo, la ONG destacó los programas brasileños.
Turismo, personas y plata todo hacia arriba
Brasil históricamente ha sido uno de los lugares privilegiados como destino turístico en la región. Pero también es histórica la recaudación que dejaron en Brasil los visitantes y turistas extranjeros durante los primeros siete meses de 2024. La principal economía latinoamericana recibió en ese período de los turistas extranjeros 4.323 millones de dólares. Las cifras, divulgadas a fines de agosto -aun no hay datos de septiembre- por el Banco Central, representan un aumento significativo de ingresos de divisas al país por turismo. De media, cada uno de los cuatro millones de visitantes internacionales que visitaron destinos brasileños gastó unos 6.000 reales durante su estancia, incluyendo tanto a los turistas de lujo como los mochileros. Además, se trata de una cifra récord porque superó una marca importante que había alcanzado el país en la primera mitad de 2014, cuando organizó el mundial de fútbol, según datos del Ministerio de Turismo brasileño. En la comparación interanual, los números también son positivos: el importe acumulado hasta el séptimo mes del año es casi 1.000 millones de dólares superiores al del mismo periodo de 2023, cuando el total fue de 3.700 millones de dólares y si tomamos solo julio, los viajeros del exterior gastaron 615 millones de dólares, un aumento del 8,46% respecto del mismo mes del año pasado.
"Brasil se ha consolidado como un destino atractivo, competitivo y valorado en el panorama internacional. Prueba de ello es que recibimos cada vez más a estos visitantes internacionales con una increíble diversidad de experiencias turísticas", destacó el ministro de Turismo, Celso Sabino, en agosto cuando publicaron los datos semestrales. La recaudación también fue acompaña por un aumento en la cantidad de personas que ingresaron como turistas al país: de enero a julio ingresaron a Brasil más de 3,5 millones de turistas extranjeros, un 9,7 por ciento más que en los primeros seis meses de 2023.
Además, entre 2023-2024 la temporada de los cruceros fue definida como un éxito de mercado en Brasil, ya que el sector inyectó 5.200 millones de reales en la economía brasileña y alcanzó un nuevo récord, tanto en número de viajeros como en creación de empleo, según el Estudio sobre el Perfil y los Impactos Económicos de los Cruceros en Brasil, elaborado por Clia Brasil (Asociación Brasileña de Cruceros) con la Fundación Getúlio Vargas (FGV) y presentado en el sexto Foro Clia Brasil 2024. En la temporada 2023-2024, los buques movilizaron a 844.462 viajeros, 5,2% más que en el período 2022-2023, cuando la pandemia de Covid-19 ya había concluido (en la pandemia los números sí fueron más bajos y no llegaron ni a los 150 mil).
Compras de frontera
Mientras las relaciones entre los gobiernos de Brasil y Argentina no atraviesan su mejor momento, el comercio con Brasil está mostrando tendencias diferentes a las de los últimos meses. Si bien a nivel semestral, nuestro país había mantenido un superávit positivo, según datos del último informe de comercio bilateral elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) hay preocupación porque el intercambio entre los dos países fue en junio (último disponible), un 31,6% inferior al valor obtenido en igual período de 2023. Asimismo, el intercambio disminuyó con respecto a mayo pasado en un 11,1%. Y además, después de meses de superávit, el comercio bilateral de Argentina con Brasil pasó a números negativos en agosto: se registró un rojo de 15 millones de dólares, según la consultora Abeceb.
Y a esos números se agrega lo que retratan las crónicas locales. Las colas de autos y micros que cruzan los pasos fronterizos entre Brasil y Argentina han sido frecuentes en distintos momentos de la historia, fluctuando el sentido de los autos según los movimientos cambiarios de las dos monedas. La constante devaluación del Peso argentino respecto al dólar (y el Real brasileño) ha hecho que los habitantes de Brasil -e incluso de otros países vecinos- apunten sus vehículos hacia la Argentina. Sin embargo, la alta inflación local ha virado algunas tendencias.
En Misiones, medios locales como La voz de Cataratas informaron esta semana que se redujo el cruce de brasileños hacia la Argentina por el paso de Iguazú, a la vez que los residentes de esta localidad pasan al país vecino en busca de productos básicos como “azúcar, café, papel higiénico, productos de limpieza”, entre otros. En tanto, ciudadanos de Paso de los Libres, localidad correntina con cruce a la brasileña Uruguayana, informaron a El Destape cuáles son algunos de los principales productos que compraron esta misma semana y sus precios: Café por 500 gramos a 3800 pesos, dos rollos de papel de cocina a 750 pesos, bidón de 5 litros de agua a 1150 pesos, seis cajas de leche de un litro cada una a 7 mil pesos, que “en comercio de acá no bajan de 1600 pesos cada una”, aclararon. En tanto, los 230 gramos de jamón más 230 de mozzarella en fetas no superan los 3900, mientras que en comercios locales, “incluso en los más baratos”, gastan dos mil pesos más. Otro de los productos estrellas en Brasil es el azúcar, ya que allí se consiguen dos kilos por 1800 pesos o menos y que si bien en algunos casos pueden ser similares a las promociones de supermercados de la Capital Federal, “en el interior -relatan- los precios de algunos productos son diferentes”. La verdura como el kilo de tomate perita lo consiguen a 1600 pesos el kilo, y el del morrón a 1700, ambos a la mitad de los valores libreños.
Por su parte, los uruguayos también miran con preocupación las tendencias favorables hacia Brasil. Los centros comerciales de los departamentos de frontera de Uruguay le pidieron al gobierno encontrar soluciones por las dificultades que genera la diferencia cambiaria, como la caída en las ventas a causa de la brecha de precios. En cuanto a combustibles, el presidente del Centro Comercial de Melo (Uruguay), Andrés Martínez, dijo esta semana en declaraciones radiales que “es necesario un precio competitivo de la nafta, porque en Aceguá (Brasil) hay un combustible 30 pesos más baratos por litro”.