La UE y el Reino Unido "intensificarán" las discusiones del conflicto comercial en Irlanda del Norte

12 de noviembre, 2021 | 18.18

El Reino Unido y la Unión Europea "intensificarán" sus discusiones para superar sus desacuerdos sobre las disposiciones posbrexit en Irlanda del Norte, que hacen temer una guerra comercial entre Londres y el bloque regional, dijo hoy el Gobierno británico.

En una reunión con el vicecomisario europeo Maros Sefcovic en Londres, el secretario de Estado británico para el Brexit David Frost "destacó la importancia de dar nueva energía y nuevo impulso a las discusiones", indicó el Gobierno en un comunicado.

Las negociaciones se retomarán la próxima semana en Bruselas y abordarán, en particular, las cuestiones aduaneras y las entregas de medicamentos, precisó la misma fuente, según consignó la agencia de noticias AFP.

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El Gobierno del premier Boris Johnson exige una renegociación a fondo del protocolo de Irlanda del Norte respecto al Brexit, uno de los puntos más conflictivos del tratado de salida de la UE.

El acuerdo mantiene a la provincia británica de Irlanda del Norte en el mercado único europeo para evitar el regreso de una frontera comercial dura con la República de Irlanda.

Sin embargo, perturba los suministros desde la isla de Gran Bretaña, lo que provocó la cólera de los unionistas que quieren que Belfast permanezca dentro de la corona británica.

Este plan tenía por objetivo evitar la existencia de una frontera física en Irlanda y ayudar a proteger el delicado Acuerdo de Viernes Santo, firmado en Belfast en 1998, que puso fin a la violencia en la región.

Bruselas, por su parte, se niega a dicha disposición y propone únicamente adaptaciones.

Ante la falta de satisfacción, Londres amenazó con recurrir al artículo 16 del protocolo, que le permite suspender unilateralmente algunas de sus disposiciones.

Según la República de Irlanda, que pertenece a la UE, los europeos podrían responder incluso suspendiendo el pacto de libre comercio vigente desde principios de año, que permitió evitar in extremis una falta de acuerdo potencialmente dolorosa a nivel económico.

De momento, el Gobierno británico afirmó que "existen importantes diferencias entre las posiciones de ambas partes".

"El Reino Unido siempre prefiere encontrar una solución consensuada, pero las garantías del artículo 16 constituyen una parte legítima de las disposiciones del protocolo", añadió Londres en la nota.

Ante el creciente riesgo de conflicto comercial, Irlanda, en primera línea, dijo el martes trabajar en medidas de emergencia "desempolvando" el plan preparado en caso de falta de acuerdo el año pasado.

El protocolo efectivo desde principios de año tiene por objeto impedir el regreso de una frontera física a la isla de Irlanda que podría debilitar el acuerdo de paz de 1998.

Londres exige, en particular, la supresión del derecho de control del tribunal de justicia de la UE sobre su aplicación, sustituyéndolo por "un arbitraje internacional", una modificación inaceptable para los europeos.

Con información de Télam