Protestas de cocaleros de Bolivia por el control de mercado en La Paz se vuelven violentas

29 de septiembre, 2021 | 07.46

Cocaleros bolivianos que están luchando por el control del principal mercado de la hoja en La Paz protestaron el martes, en la continuación de violentas jornadas de enfrentamientos con la policía en las que incluso se incendió un edificio.

Los cultivadores de coca de la cercana región de Yungas están en desacuerdo con el liderazgo del organismo que dirige el enorme mercado de coca, el ingrediente base de la cocaína, pero que muchos en los Andes mastican para evitar los efectos de la alta altitud o para infusiones.

Las protestas del lunes causaron un incendio en un edificio de apartamentos cerca de donde los manifestantes y la policía se enfrentaban, y ambas partes se culparon mutuamente. La semana pasada, varios vehículos de la policía fueron incendiados durante una refriega similar.

Se han formado dos grupos. Uno en torno al jefe del organismo sindical que administra el mercado de la coca Adepcoca, Arnold Alanes, respaldado por las autoridades. Otros se han unido al crítico del gobierno Armin Lluta, quien dice que el partido gobernante y el expresidente Evo Morales están tratando de controlar el comercio.

"Evo Morales (...) quiere conformar una gran confederación nacional de productores de la hoja de coca, él quiere ser el dirigente del Chapare y de los Yungas", dijo Lluta a periodistas, refiriéndose a las dos principales regiones de cultivo de coca.

La región de Yungas produce y comercializa unos 200 millones de dólares de coca al año en el mercado local, según estimaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que ha dicho que Bolivia no ha alcanzado los objetivos para erradicar la coca ilegal.

Alanes dijo el martes a un grupo de cultivadores de coca que había sido elegido para su posición por los propios agricultores y señaló que la crítica contra él era porque estaba tratando de acabar con la corrupción en el mercado.

"El delito de Arnold Alanes es proponer el sistematizar los ingresos económicos de Adepcoca. El delito de Arnold Alanes es evitar y erradicar la corrupción", manifestó.

Augusta Colpa, una cocalera, dijo que las condiciones eran duras para los agricultores que estaban avivando los disturbios.

"¿De una parcela de coca cuánto cosechamos? En el tiempo de frío no cosechamos mucho (...) no alcanza para nuestra familia", dijo, negando las acusaciones de la policía de que los agricultores estaban lanzando dinamita en las protestas.

Ronald López, un líder cocalero, dijo que los grupos de Yungas esperaban un diálogo con el gobierno para instalar un nuevo jefe de Adepcoca.

"Nosotros pusimos a este gobierno en el poder, con nuestra lucha y peleando", dijo. "Hermanos, no pueden tratarnos así".

Con información de Reuters