Luego de la crisis que generó el intento de golpe de Estado en Bolivia, el Gobierno puso en marcha un plan para poder identificar a los responsables. Ya fueron detenidos 21 militares y la Fiscalía a cargo de la investigación solicitó la imputación y prisión preventiva para el ex jefe del Ejército Juan José Zúñiga. Por su parte, en declaraciones a la prensa, el presidente Luis Arce habló sobre los intereses “internos” y “externos” y reveló su conversación con el exmandatario -con quien está enfrentado, pese a formar parte de la misma fuerza política- Evo Morales.
“Hasta este momento hay un total de 21 personas aprendidas dentro del caso denominado golpe de Estado fallido (…). El Ministerio de Gobierno está analizando ampliar los tipos penales por el delito de magnicidio en su grado de tentativa”, informó el ministro de Gobierno Eduardo del Castillo, durante la conferencia de prensa de este viernes. Los exjefes de las Fuerzas Armadas (FFAA) son investigados por los delitos de terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado.
Entre los últimos detenidos, se encuentran el capitán de infantería Miguel Ángel Burgos, señalado como quien “comandó todo el operativo” de la destrucción de la puerta del Palacio Quemado con una tanqueta; el sargento Alan Condori; y Demetrio Mamani, que conducía una tanqueta donde estaban los ahora excomandantes del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea, Zúñiga, Juan Arnez y Marcelo Zegarra, respectivamente.
La declaración de Zúñiga ante la policía
La Agencia Boliviana de Noticias (ABI) informó que, en su declaración ante los efectivos policiales, Zúñiga señaló como “ideólogo” a Aníbal Aguilar, hermano de Roberto, el exministro de Educación de Morales durante sus dos gestiones de gobierno. “Es así que quien fue el ideólogo fue el licenciado Aníbal Aguilar, quien realizaba presentaciones y análisis en mi oficina desde el mes de mayo. Me decía que yo debía realizar un levantamiento donde debíamos salir a la plaza Murillo para tomar el poder y llamar a elecciones”, declaró en su entrevista policial.
Según informó el portal La Razón, Aguilar es sociólogo y militar en el servicio pasivo experto internacional en planificación, gestión estratégica y promoción de inversiones. El procurador general del Estado, César Siles, señaló que fue el que “más puso resistencia” al momento de ser detenidos.
Tras la declaración de Zúñiga, la Fiscalía Departamental de la Paz presentó la imputación formal en su contra, así como contra Arnez y el excomandante de la División Mecanizada, Edison Irahola, que estuvo en la primera tanda de detenidos. A todos los mencionados se les imputan los delitos de "terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado".
Las declaraciones de Arce
“Podemos tener diferencias y la principal que tenemos es que creemos que el instrumento político pertenece a las organizaciones sociales y no a ninguna persona en particular. Eso no quiere decir que, en esos momentos cuando vimos que ya venía el golpe de Estado (...), que no me comunicaran con el compañero Evo. Le he prevenido que aquí venía un golpe de Estado para que él tome sus recaudos”, reveló el máximo mandatario en una prolongada rueda de prensa con medios nacionales y enviados especiales de medios de comunicación del exterior, reportó El Deber.
Según el mandatario, “estaba claro” que el objetivo de Zúñiga era, además de tomar el poder, detener a Morales. “(Los militares) venían por mí, pero a mí también me quedaba claro que después iban a ir por Evo Morales”, remarcó Luis Arce desde la Casa Grande del Pueblo de La Paz. Asimismo hizo referencia a los intereses que hay detrás de la desestabilización institucional: “Todos los golpes de Estado en el país han tenido como premisa el tema económico, el más reciente de ellos, el de 2019, ha sido el tema del litio”.
Además señaló que en todo golpe de Estado, tanto en América Latina como en el Caribe, además de "intereses internos", siempre existieron los externos y en el caso concreto de Bolivia, este fenómeno fue "prácticamente una constante". De hecho, es el país con más intentos y golpes de Estado en la subregión: desde 1950 hasta hoy se contabilizan 23, uno cada 26 meses.
En ese sentido, Arce evocó las circunstancias en que ocurrió el golpe contra el Gobierno del expresidente Evo Morales en noviembre de 2019. "Nosotros nos encontrábamos en ese momento negociando la adjudicación de un contrato a largo plazo con el litio. Por eso nosotros nunca descartamos que haya intereses internos y externos siempre detrás de los golpes de Estado", sentenció.