El Congreso boliviano aprobó, tras una sesión maratónica de ocho horas, la "Ley del Oro" que le permitirá vender hasta el 50 por ciento de sus reservas en lingotes para poder conseguir divisas en el mercado internacional. Esta ley permitirá "el fortalecimiento de las Reservas Internacionales, afectadas por causas exógenas como los efectos adversos de un conflicto bélico no previsto entre Ucrania y Rusia, y el consiguiente incremento del gasto de la importación de combustibles", explicó el presidente del banco central, Edwin Rojas.
El presidente, Luis Arce, oficializó en la noche del viernes la normativa que permitirá monetizar 21,5 toneladas métricas de oro de las 43 que tiene como reservas, lo que permitirá utilizar US$ 1.260 millones.
Según el Banco Central de Bolivia (BCB) y el Consejo Mundial del Oro el país sudamericano ocupa el quinto lugar de entre los países latinoamericanos en cantidad de reservas de oro, que representan 2.600 millones de dólares de los 3.500 millones que tenía a principios de febrero pasado, último mes en el que se publicaron datos. Es decir, había menos de 1.000 millones en reservas de libre disponibilidad.
"El Banco Central de Bolivia realizará operaciones en los mercados internacionales con las reservas en oro, pudiendo comprar, invertir, depositar en custodia, emplear en instrumentos de cobertura, transformar y convertirlas en divisas, a fin de optimizar la liquidez y/o el rendimiento de las Reservas Internacionales", dice el parágrafo I del artículo 9 de la ley.
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"Veintidós toneladas, la mitad, se queda sin capacidad de utilización", aseguró a la prensa el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, en declaraciones difundidas por la agencia France Presse. La llamada "Ley del Oro" además de otorgarle más aire al Gobierno al permitirle cumplir con las obligaciones financieras y respaldar el tipo de cambio, le da facultades al BCB para comprar oro a los productores locales en moneda local, y volver a recomponer así sus reservas del metal.
Según explicó Arce, al cabo de diversas maniobras que intentó llevar a cabo para saciar la escasez de dólares tanto a nivel interno como externo, el Gobierno debió destinar más dólares para amortiguar los precios de los combustibles -tanto para el subsidio interno como para importarlo-, lo que provocó falta de divisas en el sistema financiero.
El Presupuesto General de la Nación para este año prevé un gasto de 1.114 millones de dólares en el subsidio para los precios internos del diésel y la gasolina. El año pasado ese monto alcanzó los 1.713 millones de dólares, de acuerdo con la estatal petrolera YPFB, detalló el portal Página Siete.
El panorama económico de Bolivia
Bolivia el año pasado por primera vez desde los noventa se convirtió en un importador neto de combustibles fósiles. Como resultado de la aprobación de la nueva normativa, los bonos en dólares de Bolivia registraron ayear una fuerte alza, tras haber caído 40% a principios de este año, según la agencia Bloomberg.
Pese a ello, la oposición criticó al gobierno de Arce por considerar que la ley no representa una solución estructural a la crisis económica. El economista y académico Gonzalo Chávez señaló en un artículo de opinión que las "malas inversiones del Estado hicieron caer las reservas desde 2014, momento en el cual sumaban US$ 15.100 millones".
Chávez explicó que a ello le suma un "déficit público que promedia desde hace nueve años el 7,7% del PBI"; y la reducción de la producción de gas y sus exportaciones que bajó de "US$ 6.600 millones en 2014 a US$ 3.000 millones en 2022".
En lo que respecta al gas, la principal fuente de ingresos de Bolivia, los cuestionamientos giran en torno de la falta de inversión en exploración de YPFB para reemplazar a los yacimientos cuyo rendimiento se agota, algo que el propio Arce reconoció y prometió revertir: la estatal boliviana anunció 11 proyectos exploratorios para este año.
Según la consultora Wood Mackenzie, de no haber un cambio de timón Bolivia ya no tendrá más ingresos por exportaciones de gas en 2030.
El lugar del lito para las reservas
Otra clave para Arce a la hora de recomponer las divisas será el litio, del cual su país cuenta con las mayores reservas en el mundo, aunque según analistas hacen falta más inversiones para que alcance su potencial.
Bolivia también fue impactada por la suba de tasas de los bancos centrales de referencia al encarecer su financiamiento en el mercado, y en 2022 solamente obtuvo US$ 560 millones en créditos externos de todo tipo, lo cual fue insuficiente para cubrir siquiera los US$ 920 millones que tuvo que pagar en ese concepto.
La escasez de la divisa norteamericana y las corridas que se registran desde febrero último llevó a que casi todos los bancos limiten los retiros a US$ 300 diarios por persona, mientras que el BCB ha realizado varias ventas para atender la demanda.