La tensión entre el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, y el actual mandatario, Luis Arce, escaló este fin de semana a un punto que algunos analistas califican de no retorno y peligra la posibilidad de llegar con cierta cohesión a las elecciones presidenciales de 2025. En simultáneo el ex vicepresidente y ex compañero de fórmula de Evo, Álvaro García Linera, mandó un mensaje al oficialismo boliviano y pidió que "no jueguen con fuego" y que miren el resultado de las PASO en Argentina.
El lugar que escenificó la pelea entre Morales y Arce fue el congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), uno de los cinco mayores sindicatos que forman el Movimiento al Socialismo (MAS), la fuerza oficialista. Desde el viernes se discutió quién iba a ejercer el nuevo liderazgo de la confederación pero el encuentro terminó a los sillazos, con intervención de la Policía y con una situación inédita: dos dirigentes fueron elegidos a la vez, uno que representa a Morales (Ponciano Santos) y otro a Arce (Lucio Quispe). Aún no está claro cómo se resolverá la definición.
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La situación de doble comando en la confederación es novedosa y marca que la pelea se va a dar hasta en el último espacio. La confederación, además, será importante a la hora de nominar en octubre al próximo candidato a la Presidencia que va a postular el MAS. Morales denunció que el Gobierno "compró" los votos y a los dirigentes, pero fuentes cercanas a Arce aseguraron que el nuevo líder que supuestamente los representa (Lucio Quispe) dijo que el próximo Gobierno no debe ser "ni de Evo ni de Lucho", sino de un candidato de unidad.
Las opciones electorales para el 2025
Fuentes cercanas al Gobierno dijeron a El Destape que no hay tal cosa como una "ruptura definitiva" y que en el "lenguaje sindical", que explicaron domina la política boliviana, es "común acusar de traidor y al otro día ser amigos otra vez". "Todo depende de distintas circunstancias y sobre todo de quién es el enemigo", afirmó una fuente y aseguró que en el Gobierno dicen que en las primarias no votarían por Morales, pero en un balotaje y contra la derecha sí.
Además se ilusionan con una encuesta que se conoció días atrás de la firma Diagnosis que arrojó que el 80% de los militantes del MAS no está ni con Morales ni con Arce y que prefieren un candidato de unidad. "Estos números hacen posible una tercera opción que evite el divorcio", explicó la fuente a El Destape y señaló al actual presidente del Senado y parte del riñón de Morales, Andrónico Rodríguez, como un buen aspirante. Rodríguez tiene apenas 34 años y eso para el Gobierno lo hace atractivo porque gran parte del electorado que va a votar en 2025 tiene menos de 35 años.
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Sin embargo, esa condición de joven es la que no convence al evismo de nominarlo como candidato a presidente y por el contrario piensan una fórmula Morales-Rodríguez. "Andrónico Rodríguez dijo que es evista y que va a hacer lo que el evismo determine junto a las organizaciones de Cochabamba. El único que puede devolverle la esperanza a la gente es Evo. Andrónico es un dirigente de un sindicato cocalero pero la percepción es que no tiene la experiencia ni la capacidad, ni la lucha ni el recorrido que se necesita para resolver esta crisis", explicó para este medio una fuente muy cercana al ex presidente Morales. En la dirección del MAS también manejan encuestas y dicen que al medir a Morales y Arce, el primero muestra un respaldo del 38% o 35%, mientras que el segundo de un 25%.
Desde el entorno del ex presidente saben que todavía queda un largo camino, ponen la mira en el congreso del MAS de octubre que nominará al candidato y denuncian que el Gobierno hará "lo que sea" por "sabotearlo", "meter infiltrados" o "hacer jugar al Tribunal Supremo Electoral" para que no habilite la candidatura de Morales. "Es posible que en octubre Evo salga reelecto como director del MAS y van a hacer en ese congreso lo mismo que hicieron este fin de semana con el encuentro de la Csutcb", comentó la misma fuente. A diferencia del Gobierno, desde el sector del ex presidente sí califican los hechos de las últimas horas como una ruptura definitiva y confían en que "las bases del MAS" están "cansadas y decepcionadas".
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"Las bases ya le dicen el Lenin Arce porque el Gobierno está virando a la derecha, está desesperado por reelegirse y como no tiene respaldo están dividiendo a las organizaciones. El Gobierno hace lo que hacía la derecha. Paga a los dirigentes para que operen a su favor pero ni eso les alcanza porque hay una percepción en la ciudadanía de que el Gobierno interviniendo", sostuvo una voz cercana a Morales y enumeró los problemas que afirmó preocupan a los ciudadanos bolivianos como la reciente crisis económica, la falta de dólares y la mediatización de varios casos de corrupción que salpicaron a funcionarios.