Un tribunal bielorruso condenó hoy a ocho años de prisión a Roman Protasevich, un experiodista disidente arrestado en 2021 tras la intercepción de un avión comercial que provocó indignación y sanciones de los países occidentales.
Otros dos acusados exiliados en el extranjero, Stepan Putilo y Yan Rudik, fueron también condenados en ausencia a 20 y 19 años de cárcel, según la agencia de prensa pública Belta.
Todos estaban acusados por una serie de delitos, entre ellos llamadas públicas a "tomar el poder" y cometer "actos de terrorismo" o insultos al jefe del Estado.
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La fiscalía había solicitado 20 años de cárcel para Putilo, 19 años para Rudik y 10 años para Protasevich.
Los tres jóvenes trabajaron para el medio opositor Nexta, que desempeñó un papel clave en el movimiento de protestas de agosto de 2020 contra la reelección del presidente Alexander Lukashenko.
Protasevich fue detenido el 23 de mayo de 2021 con su compañera Sofia Sapega cuando el avión de la empresa Ryanair en el que viajaban entre Atenas y Vilna fue interceptado por un caza de combate bielorruso.
Durante las históricas protestas de 2020, Nexta publicó masivamente llamados a manifestarse y difundió imágenes de las movilizaciones y de la represión policial.
Las autoridades prohibieron el medio, que fue catalogado como "organización terrorista" por la justicia bielorrusa.
Tras su detención, Protasevich aceptó cooperar con la investigación y afirmó estar arrepentido en videos difundidos por la televisión pública bielorrusa que, según la oposición, fueron grabados "bajo coacción".
Hoy compareció ojeroso en el tribunal de Minsk, solo en el banco de los acusados, según imágenes difundidas por la agencia Belta.
"Protasevich respetó los términos del acuerdo de cooperación concluido con él. En consecuencia, el acusado recibirá menos (castigo) de lo que podría", declaró a finales de abril la fiscal Natalia Sokolova a la televisión bielorrusa, informó la agencia de noticias AFP.
Desde junio de 2021, este experiodista frecibió en arresto domiciliario.
Su pareja, ciudadana rusa, fue condenada a seis años de cárcel. Minsk y Moscú negocian que sea trasladada a Rusia para terminar de cumplir su pena allí.
Con información de Télam