México nominó hoy al subgobernador del Banco Central de ese país, Gerardo Esquivel, para la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el principal prestamista de la región. La decisión fue tomada luego de que Alicia Bárcena, exsecretaria ejecutiva de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), le comunicara al presidente Andrés Manuel López Obrador que retiró su candidatura.
López Obrador había asegurado a fines de septiembre que propondría a Bárcena como la candidata del país para el puesto. Sin embargo, la economista le comunicó que retiró su candidatura "por razones personales". La elección se juega tras la destitución del ya expresidente del organismo, el estadounidense Mauricio Claver-Carone, por mantener relaciones íntimas con una subordinada.
"Me he comunicado con el presidente, (Andrés Manuel) López Obrador, quien ha acogido con afecto y comprensión mis razones personales por las cuales le he solicitado retirar mi candidatura al BID", escribió Bárcena en su cuenta de la red social Twitter. La elección está prevista para el 20 de noviembre, en el marco de la Cumbre de Gobernadores, en Washington.
Cuál es la estrategia de Argentina
Tras el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva, Argentina considera que Brasil perdió virtualmente la posibilidad de imponer a su postulante para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), nominado por Jair Bolsonaro. En ese marco, el gobierno de Alberto Fernández ratificó su apuesta a posponer la elección del nuevo presidente de este organismo de crédito para después del primero de enero, cuando pueda surgir un candidato de consenso acordado con el nuevo gobierno del líder del Partido de los Trabajadores (PT) y otros socios regionales.
"Goldfajn tiene debilitada su chance con Brasil", expresaron a El Destape fuentes del Gobierno al tanto de las negociaciones para definir quién presidirá el BID tras la destitución de Mauricio Claver-Carone a fines de septiembre. El referido es Ilan Goldfajn, expresidente del Banco Central de Brasil durante el gobierno de Michel Temer y actual director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, quien hace diez días fue oficialmente nominado como candidato de Bolsonaro a presidir el BID. Pese a que esta semana ratificó que mantiene su candidatura si logra el apoyo de Lula, aún no está claro que esto suceda.
Salvo por el paréntesis de 2020 con Trump, la tradición no escrita desde 1959 es que el presidente del BID sea elegido entre los candidatos presentados por los 26 países latinoamericanos, que son los únicos posibles beneficiarios de los préstamos. El Gobierno de Biden ya aclaró que no volverá a romper la tradición y no presentará un candidato propio.
En este escenario, en el que los dos grandes regionales piden competir y Estados Unidos no ha apoyado aún a ninguno de los dos, Argentina apuesta a no lanzar un nombre propio por ahora y a negociar puertas adentros, sin hacer muchas olas.
Con información de Reuters