Decenas de miles de israelíes protestaron hoy en defensa de los valores democráticos y contra la polémica reforma judicial impulsada por la coalición de extrema derecha que lidera Benjamin Netanyahu, en una nueva jornada de la movilización que se mantiene desde hace 18 semanas, pese a que el primer ministro aplazó su votación.
En Tel Aviv, epicentro de las protestas, miles de personas se congregaron en la plaza Habima para marchar hacia la calle Kaplan entonando consignas contra Netanyahu, constataron periodistas de la agencia de noticias AFP.
La Policía no difundió de forma inmediata una estimación del número de manifestantes.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Cientos de personas se manifestaron además en el centro de la ciudad de Rehovot, 20 kilómetros al sur de Tel Aviv, agitando banderas israelíes y bloqueando un importante cruce.
Las manifestaciones comenzaron en enero, tras el anuncio de la reforma judicial impulsada por el gobierno de Netanyahu, uno de los más derechistas de la historia de Israel.
El Ejecutivo asegura que la reforma servirá para equilibrar el poder disminuyendo las prerrogativas de la Corte Suprema, que la actual coalición de gobierno considera politizada a favor del Parlamento.
Los opositores a la reforma consideran, en cambio, que la reforma representa un riesgo para la democracia y argumentan que se trata de un ataque al equilibrio de poderes de Israel, fundamentalmente a las bases en las que se asienta la democracia, ya que concede al Parlamento, cuya mayoría responde a Netanyahu, una influencia inusitada para revocar decisiones judiciales.
El 27 de marzo Netanyahu, quien enfrenta cargos de corrupción ante la Justicia, anunció una "pausa" en el proceso legislativo para dar una "oportunidad al diálogo", pero las movilizaciones continuaron.
El sábado, los organizadores de la manifestación acusaron en un comunicado al primer ministro de querer transformar a Israel en una "dictadura peligrosa y mesiánica".
Los opositores a la reforma destacaron el costo económico de la negativa del gobierno a descartar la reforma y su voluntad de organizar conversaciones con la oposición bajo la égida del presidente de Israel, Isaac Herzog, durante el último mes.
"En tanto sigan las discusiones en la residencia del presidente, no está entrando ninguna inversión en Israel y la economía se está hundiendo", afirmaron los organizadores de la protesta.
Con información de Télam