Benjamin Netanyahu asumirá mañana por sexta vez el cargo de primer ministro israelí al frente de un Gobierno de extrema derecha nacionalista y ultrarreligioso con polémicas posturas respecto al conflicto con los palestinos y los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
La coalición publicó hoy un acuerdo firmado por todos su partidos con el programa de Gobierno, en el que afirma que la expansión de la colonización de los territorios palestinos de Cisjordania, algo ilegal según el derecho internacional, será una de sus prioridades.
El programa también incluye un proyecto para cambiar las leyes de discriminación del país que según uno de los partidos de la coalición serviría para que dueños de comercio puedan negarse a prestar servicios a miembros de la comunidad LGBTIQ+.
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"El pueblo judío tiene derecho exclusivo e incuestionable a todas las áreas en la Tierra de Israel", dice el acuerdo de coalición.
El texto agrega que el Gobierno promoverá y desarrollará asentamientos en partes de Israel reconocidas como tales por la comunidad internacional, pero también en los sectores de Cisjordania y de los Altos del Golán, la meseta siria, ocupados por Israel.
Israel capturó Cisjordania en 1967 y Jerusalén este en una guerra contra países árabes.
Los palestinos quieren fundar un Estado independiente que incluya a Cisjordania y que tenga a Jerusalén este como capital.
Desde 1967, Israel ha construido allí decenas de asentamientos judíos que ahora albergan a unos 500.000 israelíes que viven junto a unos 2,5 millones de palestinos.
La mayor parte de la comunidad internacional considera que los asentamientos israelíes en Cisjordania son ilegales y un obstáculo para la paz con los palestinos.
Estados Unidos ya ha advertido al Gobierno entrante que no tome medidas que puedan socavar las esperanzas de establecer un Estado palestino independiente.
El documento fue firmado por el partido Likud de Netanyahu, tres formaciones de ultraderecha -Sionismo Religioso, Fuerza Judía, y Noam- y otros dos partidos ultraortodoxos -Judaísmo Unificado de la Torá y Shass-.
Varios dirigentes clave de la coalición son colonos ultranacionalistas de Cisjordania.
La coalición de Netanyahu ha sido descrita como la más derechista en la historia del país.
Este mes, el Gobierno palestino reclamó a la comunidad internacional presionar al Ejecutivo israelí entrante para que no aplique parte de sus compromisos políticos sobre el terreno para no dañar la llamada solución de los dos Estados.
Otro tema que ha generado constantes fricciones y espasmos de violencia es el estatus de los sitios sagrados musulmanes y judíos ubicados dentro de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la antigua ciudadela amurallada que contiene también sitios santos cristianos.
El acuerdo de coalición promete que "el status quo en asuntos de religión y Estado se mantendrá, tal y como ha sido aceptado durante décadas en Israel, incluido en lo relativo a los lugares sagrados", informó la agencia de noticias Europa Press.
A pedido del Partido Shass, el programa de Gobierno incluye la duplicación de la paga para los estudiantes de seminario religioso casados y descuentos en subsidios de transporte público para estudiantes religiosos.
El acuerdo tiene, también, un proyecto de ley para cambiar las leyes contra la discriminación del país y permitir que las empresas rechacen el servicio a las personas por motivos de "creencia religiosa".
Esta semana, el partido Fuerza Judía dijo que el proyecto serviría para denegar servicios a personas LGBTIQ+, lo que causó gran revuelo en Israel.
Si bien Netanyahu dijo que no permitirá que se apruebe la ley, el proyecto fue incluido en el acuerdo de coalición.
El Likud de Netanyahu, de 73 años, ganó las elecciones parlamentarias anticipadas del 1 de noviembre y recibió mandato de formar Gobierno del presidente Isaac Herzog el 13 de noviembre.
Ya como primer ministro designado, Netanyahu tiene el camino abierto para volver al cargo casi dos años después de su derrota electoral y con causas de corrupción abiertas por sobornos, abuso de confianza y fraude, cargos que él niega.
Con información de Télam