El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ordenó la evacuación inmediata de un nuevo asentamiento ilegal en Cisjordania, levantado en honor al fallecido líder espiritual del partido de ultraderecha Sionismo Religioso, y generó un primer choque en el seno de la alianza gubernamental.
La decisión de Gallant, miembro del Likud del premier Benjamin Netanyahu, fue rechazada por el líder de la formación ultraortodoxa y socio gubernamenal, Bezalel Smotrich, quien obtuvo competencias sin precedentes dentro la Coordinadora de las Actividades del Gobierno en los Territorios (Cogat), encargada de regular la vida cotidiana de los israelíes en territorio ocupado.
Según denunció, el ministro ordenó la evacuación "en contra de órdenes previas", sin consultar el asunto y "completamente en contra de los acuerdos de la coalición de Gobierno que sirven de base para su existencia", reportó la agencia de noticias Europa Press.
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Smotrich desoyó la decisión y ordenó a la Cogat que paralice la evacuación del asentamiento "hasta que sea posible mantener una conversación sobre el tema" este próximo domingo.
El asentamiento habría sido levantado por Neve Schindler, nieto del líder espiritual de Sionismo Religioso, en los alrededores del asentamiento de Migdalim y acoge ya a cinco familias, según informó la emisora pública israelí Kan.
"Pedimos a toda la nación de Israel que venga para fortalecer y unirse a nuestras actividades. Las campañas para Judea y Samaria (nombre bíblico de Cisjordania) no se detienen ni un momento. Los necesitamos para ganar", expresó Schindler.
Los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este son considerados ilegales según el derecho internacional, si bien las autoridades israelíes diferencian entre aquellos a los que dio permisos de construcción y aquellos a los que no, como es este último caso.
Antes de asumir la jefatura del Gobierno, Netanyahu manifestó que "el pueblo judío tiene derecho exclusivo e incuestionable a todas las áreas en la Tierra de Israel" y que impulsará la expansión de los asentamientos en Cisjordania, una política que hace inviable el proceso de paz en torno a la solución de dos estados, defendida por la comunidad internacional y los palestinos.
La Autoridad Palestina pidió ayer a Naciones Unidas y Estados Unidos medidas disuasorias ante las políticas de Israel para detener "las acciones del Gobierno de ocupación extremista antes de que sea demasiado tarde".
"El Gobierno de ocupación israelí está cometiendo violaciones como la intensificación del asentamiento, los asesinatos diarios, y los allanamientos de ciudades y pueblos palestinos", denunció el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en una misiva al asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jack Sullivan, que se encuentra en la región.
Por su parte, el canciller palestino, Riyad Al Maliki, hizo un llamamiento a la ONU para que dé un paso más allá de las condenas internacionales y tome "medidas prácticas disuasorias", con el fin de "obligar" a Israel a cumplir con las resoluciones internacionales.
En tanto, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este viernes un plan del Gobierno de Israel para desalojar a cerca de un millar de palestinos de sus hogares en Masafer Yata, en Cisjordania, donde un total de doce localidades se están viendo afectadas por reiteradas demoliciones de viviendas y confiscaciones.
Con información de Télam
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