Bruselas fue hoy escenario de manifestaciones, por tercera vez desde principios de año, contra las restricciones sanitarias aplicadas por el gobierno de Bélgica para hacer frente a la pandemia de coronavirus y miles de personas exigieron la dimisión del primer ministro Alexander de Croo.
En esta ocasión, la protesta fue convocada por el movimiento antivacuna Bélgica Unida por la Libertad, informó la agencia de noticias Sputnik.
Además, los activistas recogieron firmas para exigir a la Cámara de Representantes que inicie el procedimiento para disolver el actual gobierno.
Los manifestantes demandaron la abolición de la obligatoriedad de los pases sanitarios, sin los cuales es imposible entrar en los establecimientos de gastronomía y de ocio. También se opusieron a la vacunación obligatoria del personal médico, que prevén aprobar las autoridades.
Esta manifestación se produjo una semana después de la mayor de una serie de protestas que empezó meses atrás. El domingo pasado, alrededor de 50.000 personas protestaron también en la capital belga contra las restricciones, especialmente las establecidas por el pasaporte sanitario, en un encuentro que terminó con incidentes y 12 heridos.
Cuatro días después las autoridades relajaron varias restricciones sanitarias y reabrieron los lugares de ocio, excepto los salones bailables. Además, las cafeterías y los restaurantes volvieron a funcionar hasta la medianoche, en vez de hasta las 23.
El gobierno puso en marcha un nuevo parámetro que prevé distintas medidas sectoriales en caso de diferentes escenarios epidemiológicos.
Las protestas se produjeron en un momento en el que algunos gobiernos decidieron reducir las restricciones sanitarias, a pesar de la persistencia de la variante Ómicron de coronavirus, que está causando un número récord de infecciones.
Bélgica tiene una de las tasas de vacunación más altas en Europa, que en algunas regiones supera el 80%, incluidos los menores de edad.
Con información de Télam