El pleno del Parlamento Europeo aprobó hoy una resolución en la que condena las violaciones y abusos de los derechos humanos en Cuba, que fue cuestionada por la Asamblea Nacional de la isla, que consideró que el texto "muestra un alto contenido injerencista".
La resolución, aprobada con 359 votos a favor, 226 en contra y 50 abstenciones, insta a las autoridades cubanas a poner fin a la represión y pide la liberación "inmediata e incondicional" de todos los detenidos "únicamente por causa del ejercicio de sus derechos, la retirada de los cargos penales abusivos y que se permita a los exiliados regresar".
Además, pide a la Unión Europea (UE) que aplique sanciones contra los responsables de la represión en la isla, entre ellos el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, además de cuestionar al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, por viajar a la isla en mayo y no reunirse con la oposición.
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El texto salió adelante con los votos del Partido Popular Europeo, Liberales europeos y Conservadores y Reformistas, pero contó con los votos en contra del grupo de Socialistas y Demócratas (S&D), familia política de Borrell, y también de la Izquierda y de los Verdes, informó la agencia de noticias Europa Press.
La posición de la Eurocámara, consensuada tras un debate el pasado 13 de junio, recuerda que el Acuerdo UE-Cuba de Diálogo Político y Cooperación incluye una cláusula relativa a los derechos humanos y manifiesta que, en caso de vulneración de la misma, el acuerdo podría suspenderse.
En este sentido, los eurodiputados indicaron que la situación de los derechos humanos de Cuba debe encontrar "una respuesta proporcional de la Unión y de los Estados miembro".
Sobre el viaje de Borrell a la isla, los eurodiputados criticaron que no se reuniera con representantes de la sociedad civil independiente, presos políticos o sus familiares, motivo por el que lamentaron la "oportunidad perdida" y rechazaron el efecto contraproducente de "blanqueo del régimen cubano al que ha contribuido su visita".
En el debate parlamentario del mes pasado, el jefe de la diplomacia europea defendió que su viaje a Cuba sirvió para impulsar las reformas que abrirán el sistema político y económico en el país, en un momento de crisis social y económica, y afirmó que la posición común que condicionó en el pasado las relaciones diplomáticas entre la UE y La Habana a avances democráticos "no dio ningún resultado tangible".
"Hice lo que tenía que hacer. Nuestra política no es la de bloquear el diálogo por la situación política de Cuba, sino la de aprovechar las posibilidades que nos da este acuerdo. No todo en diplomacia es el megáfono", se defendió Borrell en el hemiciclo el pasado junio.
Por su parte, la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) de Cuba rechazó de forma enérgica la resolución, al señalar que el Parlamento Europeo "carece de autoridad moral, política y jurídica" para juzgar a Cuba.
El texto muestra "un alto contenido injerencista, difama no sólo sobre la realidad cubana, su ordenamiento jurídico y Estado de Derecho, sino también respecto a los vínculos que Cuba mantiene con otros Estados de forma soberana, en estricto apego al Derecho Internacional", remarcó la ANPP en un comunicado.
Asimismo, señaló que la resolución europea "refleja la aplicación de un doble rasero en la emisión de juicios de valor sobre temas a los que ese Parlamento no presta atención en el territorio de sus propios Estados miembros y en otras partes del mundo".
"Podría entenderse como cómplice el silencio del Parlamento Europeo sobre el resurgimiento del Fascismo", alertó.
En tanto, los eurodiputados señalaron que la cumbre que tendrá lugar la próxima semana en Bruselas entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) supone una oportunidad para defender los principios del Estado de Derecho, la democracia y los derechos humanos, y aseguró que los "regímenes autocráticos no deben participar en estos encuentros entre países que comparten valores democráticos y respetan los Derechos Humanos".
En esta línea, pidieron que se emita una declaración en la que se exija respeto de los derechos humanos en ambas regiones, prestando especial atención a la situación en Cuba.
Con información de Télam