La comisaria de Interior de la Comisión Europea (CE), Ylva Johansson, reiteró hoy que su primera impresión tras conocer el proyecto del Gobierno británico de tramitar una ley para deportar "rápidamente" a quien llegue por rutas migratorias irregulares a Reino Unido es que tal norma "puede violar" el Derecho Internacional.
"Espero que respete los acuerdos internacionales y la Convención de Ginebra, pero debo decir que mi primera impresión es que puede haber vulneraciones. Pero, claro, lo analizaremos más (en detalle) antes de hacer más declaraciones", indicó la representante de la CE, el brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE).
Las declaraciones de Johansson se produjeron en una conferencia de prensa en Bruselas, al término de una reunión de ministros de Interior del bloque regional europeo.
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La comisaria, cuyas palabras sobre sus dudas respecto a la legalidad del proyecto de Ley británico ya irritaron ayer a Londres, repitió hoy su análisis, aunque precisando que apenas conoce los detalles de la norma porque fue informada por vía telefónica hace dos días por la ministra del Interior de Reino Unido, Suella Braverman.
"Mi reacción inmediata fue decir que podría violar los acuerdos internacionales y la Convención de Ginebra y ella dijo que espera que no sea el caso", completó la comisaria europea, quien a su llegada a la reunión con los 27 dijo confiar en que Londres no vulnere la legalidad, recogió la agencia de noticias Europa Press.
El ejecutivo conservador de Sunak busca con esta nueva legislación, presentada el martes, combatir el fuerte aumento de migrantes que llegan ilegalmente en pequeñas embarcaciones cruzando el Canal de la Mancha desde las costas francesas.
El texto prohíbe a las personas llegadas de esta forma solicitar asilo y, posteriormente, establecerse en el Reino Unido o solicitar la nacionalidad británica.
También permite deportar "rápidamente" a migrantes y facilita la detención de hasta que sean expulsados a un tercer país, como por ejemplo, Ruanda.
La nueva norma prevé que, hasta la expulsión, los migrantes puedan permanecer detenidos hasta 28 días sin necesidad de comparecer ante un juez, mientras que se establecerá una cuota anual -aún por determinar- para limitar la acogida de refugiados en Reino Unido.
"No es racista decir que tenemos demasiados inmigrantes ilegales que abusan de nuestro sistema de asilo", defendió ayer la ultraconservadora ministra Braverman, en un artículo de opinión publicado en el Daily Mail.
Por su parte, la ministra de Interior de Suecia y presidencia de turno de la UE, Maria Malmer, evitó hoy comentar directamente el caso británico en la misma conferencia de prensa que Johansson, pero defendió el cumplimiento de las reglas internacionales en materia de asilo, al tiempo que advirtió de que "este tipo de ideas" se oyen en diferentes países como "señal de frustración" porque el actual sistema europeo "no funciona".
El proyecto de ley fue duramente criticado por las organizaciones de ayuda a los refugiados, que lo consideran contrario al derecho internacional, incluso fue repudiado ayer por el exfutbolista Gary Lineker, presentador estrella de la cadena BBC, que comparó su discurso sobre los refugiados con el del régimen nazi.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) acusó al Reino Unido de querer "acabar con el derecho de asilo".
Para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), Volker Türk, "a legislación "plantea varios problemas específicos de derechos humanos, como la violación del derecho a un examen individual y la prohibición de la devolución y expulsión colectiva, así como la detención arbitraria de inmigrantes" y que "el Reino Unido estaría en contradicción con las obligaciones asumidas "en materia de derechos humanos y del derecho de los refugiados".
Con información de Télam