Bielorrusia trabaja para que migrantes "vuelvan" a sus países y la UE prepara sanciones

15 de noviembre, 2021 | 18.02

Bielorrusia afirmó hoy que trabaja para que los migrantes que se encuentran en su frontera con Polonia "vuelvan" a sus países, en momentos en que la Unión Europea (UE) se prepara para sancionarlo por la situación en el límite.

Polonia, que es parte de la UE, anunció en tanto la construcción de un muro en la frontera con Bielorrusia para evitar más infiltraciones de inmigrantes ilegales desde el país vecino como las que viene experimentando desde hace meses.

El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, anunció que los países miembro adoptarán nuevas sanciones contra Bielorrusia "en los próximos días" por la situación en la frontera, que según la UE ha sido provocada a propósito por el Gobierno bielorruso.

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El nuevo paquete de sanciones incluirá a "un importante número" de ciudadanos y empresas bielorrusas por "facilitar el cruce ilegal de fronteras hacia la UE", detalló Borrell en declaraciones en Bruselas tras una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de los 27 países del bloque.

La UE acusa a Bielorrusia de haber organizado estos movimientos migratorios hacia las vecinas Polonia y Lituania, que integran el bloque, para vengarse de sanciones occidentales impuestas al Gobierno de Alexandr Lukashenko el año pasado por represión de protestas opositoras tras su reelección.

"Ahora podremos tener en cuenta específicamente a quienes explotan a migrantes vulnerables y facilitan el cruce ilegal de la frontera hacia la UE", aseguró Borrell, y tildó la actitud de Bielorrusia de "agresión híbrida".

Lukashenko, quien preside Bielorrusia hace 30 años y cuya última reelección en agosto de 2020 no fue reconocida por los países europeos, negó estas acusaciones y afirmó que su país trabaja "activamente" para que regresen los migrantes que se encuentran en la frontera entre la UE y Bielorrusia.

"Se está trabajando activamente en esta zona para convencer a la gente: por favor, vuelvan a casa. Pero nadie quiere volver", afirmó, informó la agencia estatal de noticias bielorrusa Belta.

Asimismo, garantizó que Bielorrusia podía transportar a los migrantes hacia Alemania con la ayuda de su aerolínea estatal Belavia, mientras se siguen bloqueando rutas.

Hoy, Emiratos Árabes Unidos prohibió que la compañía aérea traslade a sirios, iraquíes, afganos ni yemeníes desde Dubai.

"Si es necesario, los mandaremos a Múnich con nuestros propios aviones", expresó Lukashenko.

Turquía ya había adoptado una medida similar la semana pasada tras presiones de la UE, y la compañía privada siria Cham Wings Airlines también interrumpió sus vuelos a Minsk, la capital bielorrusa.

"Quisiera subrayarlo, no queremos ningún conflicto en nuestra frontera. Sería completamente perjudicial para nosotros", reiteró Lukashenko, y acusó en paralelo a Polonia de "tener necesidad" de esta crisis a raíz de sus "problemas internos" y tensiones con sus socios de la UE.

La tensión entre Bielorrusia y Polonia aumentó la semana pasada luego de que cientos de migrantes congregados en la frontera común, donde acampan a la intemperie con niños en temperaturas bajo cero, hicieran varios intentos infructuosos de ingresar a territorio polaco por la fuerza.

El Gobierno de Polonia envió guardias a la frontera, donde ya había decretado un estado de emergencia y militarización, medida por la que fue criticado.

Unos 15.000 integrantes de fuerzas de seguridad polacas se encuentran desplegados en la zona limítrofe por la escalada, según el Gobierno.

En Varsovia, el ministro del Interior, Mariusz Kaminski, anticipó hoy que a fines de diciembre próximo Polonia iniciará la construcción de un muro fronterizo con Bielorrusia, que costará 407 millones de dólares y tendrá una longitud de 180 kilómetros, más o menos la mitad de la frontera común.

Es una obra "absolutamente estratégica y una inversión prioritaria para la seguridad del país y sus ciudadanos", informó Kaminski, en un comunicado, sobre la obra que prevé concluirá en la primera mitad de 2022.

La mayoría de los migrantes no quiere quedarse en Polonia, sino ir a Alemania o a alguno otro país próspero de Europa occidental.

Hoy, Lukashenko mantuvo durante una hora una conversación telefónica con la jefa de Gobierno de Alemania, la canciller Angela Merkel, el primer diálogo con un líder occidental desde su reelección, informó Belta.

La agencia de noticias dijo que los gobernantes discutieron cómo se podría prevenir una escalada de la situación en la frontera y apoyo humanitario para los migrantes.

Steffen Seibert, vocero de Merkel, dijo que en la conversación se habló de "la difícil situación en la frontera entre Bielorrusia y la Unión Europea".

En sus declaraciones previas al diálogo con Merkel, el presidente Lukashenko se mantuvo inflexible en el rechazo de las acusaciones de la UE y advirtió que podría tomar represalias ante nuevas sanciones de la UE.

"Nunca hicimos eso (orquestar la crisis migratoria) y no tenemos la intención de hacerlo. Si quieren asustarnos con sanciones, piensan que bromeo, pero nada de eso, vamos a defendernos", dijo.

Recientemente, por ejemplo, anunció que estaba dispuesto a cortar el tránsito de gas ruso hacia Europa a través de su país, pero Rusia rápidamente minimizó el alcance de esa amenaza.

El Gobierno ruso exhortó a los europeos a reanudar el diálogo con los bielorrusos para buscar una salida, y rechazó las acusaciones de Polonia, que considera que Rusia está detrás de la crisis en medio de las crecientes tensiones ruso-occidentales.

El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, juzgó hoy "erróneo" imputar toda la responsabilidad de la crisis a Minsk.

Las sanciones de la UE adoptadas tras las elecciones de 2020 afectan a 166 personas, entre ellas el propio Lukashenko, y consisten en la congelación de sus activos y la prohibición de ingresar a la UE.

El bloque europeo, además, aplica desde junio último sanciones económicas a los sectores claves del potasio, petróleo y tabaco bielorrusos, y prohibió a las compañías aéreas de Bielorrusia acceder a su espacio aéreo y a sus aeropuertos.

Con información de Télam