(Agrega reacción de EEUU)
La exdirigente Aung San Suu Kyi, de 77 años, condenada ya a 11 años de prisión, fue sentenciada ahora a una pena suplementaria de seis años de detención por corrupción, anunciaron fuentes oficiales.
La premio Nobel de la Paz, encausada por múltiples infracciones por la junta en el poder desde el golpe de Estado de febrero de 2021 en Myanmar podría ser condenada a décadas de prisión al término de su megajuicio, estimó la agencia de noticias AFP.
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Estados Unidos reaccionó este lunes a la nueva condena calificándola de "afrenta a la justicia".
"La injusta detención, condena y sentencia del régimen militar" de Myanmar contra la Premio Nobel de la Paz, "es una afrenta a la justicia y al Estado de derecho", dijo un portavoz del Departamento de Estado.
Varias voces han denunciado un ensañamiento judicial motivado por consideraciones políticas, y acabar con la hija del héroe de la independencia y gran vencedora de las elecciones de 2015 y 2020
Aung San Suu Kyi sigue siendo una figura muy popular en la exBirmania, aunque su imagen internacional se ha visto empañada por su incapacidad para defender a la minoría musulmana de los rohingas, víctimas de persecuciones y abusos del ejército en 2016 y 2017, un "genocidio" según Estados Unidos.
La exdirigente fue declarada culpable de cuatro cargos de corrupción.
Desde que fue arrestada el 1 de febrero de 2021 tras el golpe militar, la veterana militante por los DDHH se halla arrestada en un lugar secreto de Naipyidó, la capital de Myanmar. El golpe puso fin a una década de transición democrática en esta nación del sudeste asiático.
Su proceso, que empezó hace un año y se lleva a cabo a puertas cerradas, continuará en el centro donde está detenida.
Aung San Suu Kyi ya pasó 15 años en arresto domiciliario bajo las anteriores dictaduras militares.
Desde febrero de 2021, ha sido acusada de haber violado varias veces una ley sobre secretos de Estado, fraude electoral en los comicios de 2020 -que ganó su partido-, sedición, corrupción.
Los militares no parecen dispuestos a ceder el poder y prosiguen con su feroz represión. Más de 2.100 civiles han muerto violentamente desde el golpe y más de 11.000 están detenidos, según una ONG local.
Con información de Télam
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