(Actualiza con el balance de muertos)
Al menos cinco personas murieron hoy y varias resultaron heridas en un atentado suicida a la entrada del Ministerio de Relaciones Exteriores de Afganistán en Kabul, en momentos en que debía llegar una delegación china, informaron autoridades policiales.
El portavoz de la Policía de la capital, Khalid Zadran, informó que cinco civiles murieron y que varios fueron heridos por la explosión.
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Un chofer que esperaba a un equipo de agencia de noticias AFP que realizaba una entrevista dentro del Ministerio de Información, en las cercanías de la cancillería, vio cómo un hombre armado y con una mochila pasó por su lado antes de hacerse explotar, informó la agencia de noticias francesa.
"Vi entre 20 y 25 víctimas. No sé cuántas de ellas estaban muertas o heridas. Estaba esperando en el coche, cuando vi un hombre con una kalashnikov (fusil) en el hombro y llevando una bolsa. Pasó cerca de mi auto y, unos segundos después, hubo una fuerte detonación. Vi a este hombre hacerse estallar", describió el conductor Jamshed Karimi.
Imágenes del lugar mostraban a varias personas que yacían en la calle nevada.
"Un kamikaze intentó penetrar en el ministerio, pero no logró su objetivo y fue descubierto por las fuerzas de seguridad y se hizo explotar", dijo el subdirector general de Relaciones Públicas y Estratégicas, Ahmadula Mutaqi.
El edificio que alberga el Ministerio de Relaciones Exteriores parecía no haber sufrido daños.
El ataque se produce el mismo día en que "una delegación China debía visitar el Ministerio de Relaciones Exteriores", informó el viceministro de Información y de Cultura, Muhajer Farahi, que desconoce si "estaban presentes en el momento de la explosión".
Mutaqi informó que en el momento de la explosión no había extranjeros en el lugar.
Los talibanes aseguran que mejoraron la seguridad desde su retorno al poder en agosto de 2021, pero estos últimos meses se registraron varios ataques, gran parte de ellos reivindicados por la base local del grupo yihadista Estado Islámico, el EI-K.
El grupo yihadista Estado Islámico (ei) realizó varios ataques que tuvieron como blanco a los extranjeros en los últimos meses, en un momento en que los talibanes intentan atraer a inversores de los países vecinos.
El 12 de diciembre pasado, el EI reivindicó un ataque a un hotel de la capital afgana donde había alojados hombres de negocio chinos.
Cinco ciudadanos chinos fueron heridos en este ataque, en el que algunos clientes del hotel saltaron por la ventana del establecimiento para huir del incendio que se produjo.
El grupo EI también reivindicó un ataque contra la embajada de Pakistán en Kabul en diciembre, que el país denunció como un "intento de asesinato" contra su embajador.
China, que no reconoció oficialmente al Gobierno talibán, pero tiene una frontera común y es uno de los pocos países que mantiene una presencia diplomática.
Las autoridades chinas temen desde hace tiempo que Afganistán pueda convertirse en lugar de paso para los activistas de la minoría musulmana uigur de la provincia fronteriza china de Xinjiang.
Los talibanes prometieron a Afganistán que su territorio no va a ser utilizado como base por activistas uigures y a cambio Beijing otorga un apoyo económico e inversiones para la reconstrucción del país.
Los talibanes también dependen de China para transformar un gran yacimiento de cobre que hay en el país, cuya explotación es fundamental para país que necesita urgentemente ingresos por el peso de las sanciones internacionales.
Los analistas consideran que los yihadistas del EI, un grupo sunita igual que los talibanes, pero con quien mantienen una profunda inquina, además de divergencias ideológicas, son la principal amenaza para el régimen de Kabul.
Con información de Télam