El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó en las últimas horas su "esperanza" de una mejora de las relaciones entre Azerbaiyán y Armenia, tras la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de desbloquear un paso vital para el abastecimiento de la población en Nagorno Karabaj, territorio en disputa desde hace más de 30 años.
"El secretario general se congratula de la confianza que los Gobiernos de Armenia y Azerbaiyán han depositado en la CIJ al pedirle que resuelva sus diferencias", indicó Guterres en un comunicado leído por el portavoz Stéphane Dujarric.
En este sentido, el líder de la ONU recordó que las decisiones de la CIJ "son vinculantes" y confía en que las partes cumplirán sus órdenes, incluida la relativa a las medidas para garantizar la circulación sin trabas de personas, vehículos y carga a lo largo del corredor de Lachin en ambas direcciones.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"El secretario general expresa la esperanza de que Armenia y Azerbaiyán sigan trabajando para mejorar sus relaciones bilaterales y alienta encarecidamente un diálogo constructivo", manifestó Dujarric.
El pasado miércoles, el tribunal de la ONU publicó una orden vinculante en la que exige a Azerbaiyán que garantice la libre circulación de personas, vehículos y carga en el corredor de Lachin, que conecta Armenia con Nagorno Karabaj.
Armenia acusó a Azerbaiyán de bloquear la zona y suspender el suministro de gas, por lo que las autoridades locales comenzaron a almacenar combustible para evitar una crisis mayor.
Los dos países protagonizaron diversos enfrentamientos durante los últimos años en torno al control de Nagorno Karabaj, un territorio con población mayoritariamente armenia que es foco de conflicto desde que decidió separarse en 1988 de la región de Azerbaiyán, en aquel momento integrada a la Unión Soviética.
Armenia y Azerbaiyán pactaron un alto el fuego el 15 de septiembre pasado y a principios de octubre acordaron comprometerse con la Carta de la ONU y con la Declaración de Alma Ata de 1991, en la que ambos países reconocen la integridad territorial y la soberanía del otro.
Con información de Télam