En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) advirtió hoy sobre la vulnerabilidad a la que están expuestas más de 40 millones de mujeres y niñas desplazadas y refugiadas en el mundo, una situación que ha empeorado en el último año por los efectos de la guerra en Ucrania.
Se estima que una de cada tres mujeres sufrirá violencia física o sexual en el transcurso de su vida, pero estas posibilidades aumentan exponencialmente para las mujeres y niñas en situaciones de crisis, huida y desplazamiento, alertó el Acnur en un comunicado.
De hecho, una de cada cinco ha sufrido violencia de género en sus países de origen, según datos del organismo.
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La violencia sexual, la explotación y el abuso son factores que las obligan a escapar de sus hogares en busca de protección y, al mismo tiempo, se trata de uno de los riesgos más recurrentes que enfrentan a lo largo de todo el ciclo del desplazamiento forzado, en los países de origen, tránsito y destino.
Durante su recorrido, la falta de documentación y recursos, y la restricción para cruzar regularmente las fronteras, obligan a las mujeres a utilizar rutas cada vez más peligrosas con presencia de grupos criminales y escasa respuesta institucional.
Esta situación se deterioró desde el inicio, el 24 de febrero de 2022, de la guerra en Ucrania, que generó una crisis de escala global con un impacto "devastador" en las mujeres y las niñas de todo el mundo, según un informe elaborado por ONU Mujeres y el Grupo de las Naciones Unidas de Respuesta a esa situación.
De acuerdo con el reporte, hay un aumento alarmante de la violencia de género, del sexo transaccional por alimentos y supervivencia, de la explotación sexual y el tráfico de personas, y del matrimonio precoz, infantil y forzado, como consecuencia del empeoramiento de las condiciones de vida en contextos humanitarios de conflicto y crisis a nivel mundial.
En Ucrania, casi el 90% de mujeres y niñas abandonaron su hogar y se enfrentan a estos peligros en plena huida.
El documento expone, asimismo, casos que demuestran cómo la guerra profundiza las desigualdades existentes, al ampliar las brechas de género y aumentar las tasas de inseguridad alimentaria, desnutrición y pobreza energética.
Además, destaca la situación de las mujeres rurales en los territorios ocupados por las fuerzas armadas rusas, quienes tienen cada vez menos capacidad de llevar adelante trabajos agrícolas ante los altos niveles de inseguridad y la falta de recursos, al tiempo que multiplican sus responsabilidades de cuidado y trabajo doméstico no remunerados para alojar y alimentar a personas desplazadas internamente.
"Poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas es crucial para el desarrollo sostenible", sostuvo la agencia de la ONU para los refugiados, que tiene el compromiso de promover la igualdad de género y trabaja diariamente en más de 130 países junto a socios, gobiernos y comunidades para asistir a las poblaciones en riesgo.
En la Argentina, la Fundación Acnur desarrolló la iniciativa Huir para vivir para, además de dar visibilidad a esta situación, poder recaudar fondos para dar apoyo y protección a las mujeres y niñas refugiadas y desplazadas. Para conocer más acerca de la respuesta humanitaria que proporciona el organismo y brindar ayuda pueden ingresar a fundacionacnur.org.
Desde hace más de 70 años, esta organización humanitaria y apolítica brinda protección y asistencia a personas forzadas a huir por conflictos, guerras, persecución o violación de los derechos humanos.
Con información de Télam