(Por Bernarda Llorente) Francisco definió a la comunicación como "algo sagrado" y "una de las cosas más lindas" de la persona humana, pidió a quienes la practican "saber hacerlo con honestidad y autenticidad" y exhortó a los medios a informar con "sana objetividad, lo que no quiere decir que sea agua destilada".
Con esa expresión, el Papa insistió en que quienes informan deben cumplir su tarea con "nobleza", lo que implica transparentar la diferencia entre "el hecho es así" y "yo pienso así", para de ese modo "salir al ruedo, pero que quede claro lo que pensás".
-Télam: ¿Qué valor le asigna a la comunicación?
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-Francisco: La comunicación es algo sagrado. Es quizás de las cosas más lindas que tenga la persona humana. Comunicarse es divino y hay que saber hacerlo con honestidad y autenticidad. Sin agregar cosas de mi cosecha y no decirlo. "Pasó esto. Yo pienso que debe ser esto o interpreto lo otro", pero que quede claro que sos vos. Hoy día los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad didáctica: enseñar honestidad a la gente, enseñar a comunicarse con el ejemplo, enseñar a la convivencia. Pero si vos tenés medios de comunicación que da la impresión que tienen una metralla en la mano para destruir a la gente - con la selección de la verdad, con la calumnia, con la difamación o con ensuciarlo - eso nunca hará crecer a un pueblo. Pido que los medios de comunicación tengan esa sana objetividad, lo que no quiere decir que sea agua destilada. Reitero: "el hecho es así y yo pienso así". Y salís al ruedo, pero que quede claro lo que pensás. Eso es muy noble. Pero si vos hablás con el programa que te impone tal movimiento político, tal partido, sin decir que es eso, eso es innoble y no es de bien nacido. El comunicador, para ser buen comunicador, tiene que ser bien nacido.
-T: Muchos medios al priorizar sus intereses dan paso a una agenda de la globalización de la indiferencia. Son los temas que los medios deciden visibilizar u ocultar por distintas razones.
-F: Sí, cuando a veces pienso en algún medio que lamentablemente no cumple bien su misión, cuando pienso estas cosas de nuestra cultura en general, de la cultura mundial, que dañan a la misma sociedad, me viene a mí una frase de nuestra filosofía que parece pesimista, pero es la verdad: "Dale que va, todo es igual, que allá en el horno se vamo' a encontrar". Es decir, no interesa qué es la verdad o qué no lo es. No interesa que esta persona gane o pierda. Todo es igual. "Dale que va". Cuando se da esa filosofía en los medios de comunicación es desastroso porque crea una cultura de la indiferencia, del conformismo y del relativismo que nos daña a todos.
-T: Muchas veces se le asigna a la tecnología cierta vida propia, como responsable de males que se cometen más allá del uso que se hace. ¿Cómo recuperar el humanismo en este mundo tan tecnológico?
-F: Mirá, un quirófano es un lugar donde la tecnología se usa al milímetro. Y, sin embargo, qué cuidado se tiene en una intervención quirúrgica a través de las nuevas tecnologías. Porque hay una vida de por medio que hay que cuidar. El criterio es este: que la tecnología siempre vea que está trabajando con vidas humanas. Hay que pensar en los quirófanos. Esa es la honestidad que tenemos que tener siempre, hasta en la comunicación. Hay vidas de por medio. No podemos hacer las cosas como si nada pasara.
Con información de Télam