Argelia anunció hoy que suspendió unilateralmente el Tratado de Amistad con España, en respuesta al debate celebrado en la Cámara de Diputados en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló del giro en la política respecto al Sáhara pero ni siquiera mencionó al país vecino, lo que alteró a Argel.
Argelia cuestionó el "giro injustificable" del gobierno de Sánchez y advirtió que España concretó "una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador" sobre el Sáhara Occidental, según un comunicado que difundió la agencia oficial APS, citada por las agencias Europa Press y Ansa.
En su discurso ante el Congreso de los Diputados, Sánchez ratificó su cambio de postura respecto al Sáhara que anunció en marzo, al respaldar la propuesta de Marruecos para la región como "la base más seria, realista y creíble" para la resolución del conflicto.
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Esa postura representa el abandono de una posición histórica de Madrid de neutralidad política respecto al Sáhara Occidental, excolonia española, tras 46 años.
Según la Presidencia de Argelia, enemigo histórico de Marruecos, el gobierno español dio su "pleno apoyo" a la fórmula "ilegal e ilegítima" de autonomía preconizada por la "potencia ocupante".
El Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre España y Argelia estaba vigente desde 2002.
Horas después del anuncio de Argel de suspender el acuerdo, el Ejecutivo español consideró a Argelia "un país vecino y amigo" y ratificó su plena disponibilidad para seguir manteniendo y desarrollando las especiales relaciones de cooperación entre los dos países, en beneficio de ambos pueblos".
El propio canciller, José Manuel Albares, dijo no temer "repercusiones" porque el gobierno de Argelia demostró ser un "socio estratégico".
Albares insistió en que la voluntad de España pasa por tener las mejores relaciones con Argelia, "igual que con todos los vecinos, basadas en el respeto mutuo, en la cooperación y en todo aquello que es mutuamente beneficioso para nuestros pueblos".
Ya en marzo Argelia había llamado en consultas a su embajador tras dar a conocer Marruecos la carta de Sánchez al rey Mohamed VI, en la que defendía el plan de autonomía marroquí para el Sáhara.
España dio el 18 de marzo un cambio radical a su tradicional neutralidad en el asunto del Sáhara Occidental y respaldó el plan marroquí de autonomía de esa región, considerada un "territorio no autónomo" por la ONU, en la que se enfrentaron durante décadas Marruecos y el independentista Frente Polisario.
El Frente Polisario pretende un referendo de autodeterminación del Sáhara.
Ese cambio de Madrid irritó a las autoridades argelinas, tradicionales aliadas del Polisario.
El paso dado ahora por Argel, que no equivale a una ruptura de relaciones, supone otro paso en la escalada de gestos y mensajes que vino haciendo para mostrar su enojo.
Con información de Télam