El presidente de China, Xi Jinping, llegó hoy a Arabia Saudita para participar en reuniones con líderes de Medio Oriente, en los que la energía será uno de los principales temas de la agenda, en medio de la crisis desatada por la guerra en Ucrania.
Xi, quien ya había visitado el país en 2016, fue recibido en el aeropuerto por el canciller saudita, el príncipe Faisal bin Farhan, y el gobernador de la capital saudita, Riad, el príncipe Faisal bin Bandar, reportó la cadena estatal china CCTV.
Banderas chinas y sauditas ondeaban a lo largo de las avenidas de la ciudad y la fotografía de Xi copaba las portadas de los diarios locales, que señalaban los potenciales réditos económicos del viaje, el tercero hecho por el mandatario chino al exterior desde el inicio de la pandemia.
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El gigante asiático y el reino del Golfo, primer exportador mundial de petróleo y principal proveedor de Beijing, parecen querer reforzar sus relaciones en un contexto de incertidumbre económica y reajustes geopolíticos.
Durante su visita de tres días, Xi mantendrá encuentros bilaterales con el rey saudita Salman Bin Abdelaziz y el príncipe heredero Mohamed bin Salman, actual primer ministro que gobierna el país de facto desde 2017.
Además, participará de una cumbre con los seis líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y una cumbre China-Árabe, según informó la prensa estatal.
Se trata de "la mayor actividad diplomática entre China y el mundo árabe desde la creación de la República Popular de China", dijo este miércoles la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning.
En un contexto de turbulencias desde la invasión rusa de Ucrania, la energía dominará las conversaciones entre el mayor exportador de crudo, Arabia Saudita, y el mayor consumidor, China.
El G7 y la Unión Europea (UE) acordaron el pasado viernes imponer un precio tope de 60 dólares al barril de petróleo ruso, en un intento de limitar el acceso del Kremlin a los recursos, lo que aumenta la incertidumbre de los mercados.
La OPEP+, el cártel petrolero encabezado por Riad y Moscú, optó el domingo por mantener los recortes en la producción de dos millones de barriles diarios, aprobados en octubre.
Estos cortes de producción representan el último golpe a la alianza de larga data entre Arabia Saudita y Estados Unidos.
La visita de Xi será observada de cerca por Washington, que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial tiene un acuerdo de intercambio de "petróleo por seguridad" con el país árabe.
Los recortes de crudo molestaron al Gobierno de Joe Biden, pero Riad también acusó a Washington de incumplir sus compromisos de seguridad, en especial después de los ataques de septiembre de 2019, reivindicados por los rebeldes hutíes de Yemen, que golpearon su producción petrolera.
Si bien las autoridades sauditas y chinas dieron poca información sobre la agenda de Xi, el analista saudita Ali Shihabi, allegado al Gobierno de Riad, dijo esperar "que firmen varios acuerdos", según consignó la agencia de noticias AFP.
Además de la energía, expertos dicen que los dos países podrían discutir acuerdos que permitan a las firmas chinas involucrarse en los megaproyectos con los que el príncipe heredero pretende diversificar la economía saudita y reducir su dependencia del petróleo.
Entre ellos, destaca la megaciudad futurista NEOM, valorada en 500.000 millones de dólares, que utilizará nuevas tecnologías de reconocimiento facial y vigilancia.
Con información de Télam