Primer año de Biden en el poder en EEUU: de la ilusión al desencanto en 11 meses

19 de diciembre, 2021 | 11.14

(Por Francisco Alcácer) El primer año del presidente Joe Biden en el poder en Estados Unidos comenzó con viento en popa, pero acaba asolado por el coronavirus, la mayor inflación anual en casi cuatro décadas y una caótica salida de Afganistán tras una derrota militar histórica.

La agenda legislativa de Biden está estancada y su Partido Demócrata dividido en torno a ella, mientras el opositor Partido Republicano se hace fuerte de costa a costa y se frota las manos de cara a un 2022 de elecciones de medio mandato clave por el control del Congreso.

Ni siquiera un notable rebote económico aún en curso, incluyendo un noviembre con la menor tasa de desempleo de toda la pandemia, no ha logrado levantar la aprobación pública del demócrata Biden, asumido el 20 de enero de 2021.

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Con un 43% de promedio -10 puntos menos que al cumplir 100 días en el cargo, en abril-, su apoyo popular es menor que el de cualquier otro presidente del país al término de su primer año de mandato desde 1945, sacando a su antecesor republicano Donald Trump.

Los sondeos muestran también a los demócratas divididos 50-50 sobre si debería buscar la reelección en 2024, algo que -aunque siempre fue visto como un presidente de "transición"- es embarazoso dado lo poco que hace que está en el cargo.

Tras unos primeros meses auspiciosos, las cosas empezaron a complicarse en junio, con la llegada del verano, debido a un rebrote de coronavirus causado por la variante Delta que dejó decenas de miles de muertos y obligó a reimponer el uso de tapabocas.

La nueva variante Ómicron que se está propagando por el mundo amenaza con abrumar aún más hospitales y trabajadores de salud que ya están al límite por el rebrote de Delta y frustrar planes de unas felices fiestas en familia por segundo año seguido.

Los nuevos casos de coronavirus habían caído un 73% para abril, de 199.000 al asumir a unos 54.000, pero empezaron a subir sin pausa, luego de que la vacunación, que empezó a todo vapor, se estancara en torno a las dos terceras partes de la población.

Las infecciones diarias promedian hoy 119.000, y las hospitalizaciones crecieron un 25% en el último mes. El incremento es casi exclusivamente por Delta, pero Ómicron ya está en más de 35 de los 50 estados y se espera que se propague aún más.

El país notifica unas 1.600 muertes por día por Covid, y esta semana sobrepasó las 800.000 desde el inicio de la pandemia, un número sin parangón en cualquier otra nación del planeta.

El número de personas plenamente vacunadas alcanzó los 200 millones también esta semana, con 12,5 millones de dosis administradas solo la pasada -un récord para siete días desde mayo-, y 48 millones de personas ya han recibido además un refuerzo.

Sin embargo, el porcentaje de la población completamente cubierta ronda el 60%, lejos del 75% que se fijaron de meta muchos países con acceso a las vacunas, y el frío, el aumento de los viajes y el cansancio con las restricciones anticipan más problemas.

Otro enorme problema que enfrenta Biden, y que impacta sobre todo en los estadounidenses que menos ganan, es el aumento de precios: la tasa de inflación alcanzó un 6,8 en un año hasta noviembre pasado, la mayor desde junio de 1982.

Desde la comida a los autos usados, casi no hay producto que no se haya encarecido, y en especial los combustibles, que subieron un 6,1%. Los alquileres también aumentaron.

Esta inflación está complicando los planes de Biden para que el Congreso apruebe una de sus prioridades, una ley de asistencia social y medidas medioambientales a diez años por casi 2 billones de dólares para la que necesita el voto de los 50 senadores demócratas.

Economistas, la oposición republicana y senadores demócratas reacios a aumentar el gasto y a acompañar la ley le echan la culpa de la suba de precios a otros programas de estímulo aplicados por Biden para revivir la economía en medio de la pandemia.

El tercer gran golpe para el líder demócrata fue en materia de política exterior: una desordenada salida de Afganistán tras 20 años que permitió a los talibanes recobrar el poder en agosto y proclamar su victoria en dos décadas de guerra contra Estados Unidos.

Con información de Télam