(Agrega lanzamientos de cuatro misiles de parte de EEUU y Corea del Sur)
Corea del Norte realizó hoy el ensayo armamentista más alarmante en años, al lanzar sobre Japón un misil balístico de alcance intermedio capaz de llevar una cabeza nuclear y de llegar a territorios estadounidenses en el Pacífico, lo que fue condenado por Tokio, Corea del Sur, la Casa Blanca y la ONU.
Y en una decisión que constituyó una respuesta, algunas horas después las fuerzas armadas de Corea del Sur y Estados Unidos lanzaron conjuntamente cuatro misiles balísticos en dirección al mar de Japón, que siguió al simulacro de bombardeo de precisión con aviones F-15K de Seúl y F-16 que habían hecho como primer gesto.
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El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur dijo que el misil norcoreano voló 4.500 kilómetros a una altitud máxima de 970 kilómetros y alcanzó una velocidad de Mach 17, lo que equivale a 17 veces la velocidad del sonido, luego de haber sido lanzado desde la norteña provincia de Jagang, que limita con China.
Nunca antes un misil de Corea del Norte había volado tan lejos. La última vez que el régimen comunista disparó un proyectil por encima de Japón fue en 2017, uno que voló 3.700 kilómetros en lo que hasta hoy era la prueba misilística norcoreana de más largo alcance.
El Ministerio de Defensa de Japón dijo que el artefacto cayó en el océano Pacífico a unos 3.200 kilómetros de su costa norte y que no hubo informaciones de que hubiera causado daños a aeronaves o barcos japoneses.
Previamente, el país lanzó una alerta de evacuación en dos regiones septentrionales para que sus habitantes se refugiaran dentro de edificios o bajo tierra.
El servicio de trenes se suspendió en las regiones de Hokkaido y Aomori hasta que el Gobierno dijo que el proyectil había caído en el océano.
La nueva prueba llega luego de un año con una cifra récord de lanzamientos de misiles por parte de Corea del Norte, más de 40 desde unos 20 lugares, mientras el Gobierno de su líder, Kim Jong-un, rechaza retomar incipientes contactos diplomáticos y negociaciones con Estados Unidos que había iniciado el expresidente Donald Trump.
En respuesta a la nueva prueba, las fuerzas aéreas surcoreana y estadounidense realizaron un simulacro de bombardeo de precisión con aviones F-15K de Seúl y F-16 de Washington, y después el lanzamiento de cuatro misiles, dos por país, guiados del sistema Army Tactical Missile System (Atacms), según detalló el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur y recogió la agencia Yonhap.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, condenaron la prueba durante una llamada telefónica, dijo hoy la Casa Blanca.
"Los líderes condenaron conjuntamente la prueba de misiles (de Corea del Norte) en los términos más firmes, y consideraron al lanzamiento como un peligro para el pueblo japonés, desestabilizador para la región y una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", según un comunicado.
Biden también reiteró el "compromiso férreo de Estados Unidos con la defensa de Japón", agregó el texto.
Por su parte, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, denunció el lanzamiento del misil como "una provocación" de Corea del Norte que viola las regulaciones de Naciones Unidos, al tiempo que prometió "una respuesta firme".
En este contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó también el lanzamiento: "Esto es claramente una escalada", dijo su vocero, Stephane Dujarric, en un comunicado.
El jefe de las Naciones Unidas pidió a las autoridades de Corea del Norte que reanuden el diálogo hacia una "desnuclearización completa y verificable de la península de Corea".
El ministro de Defensa japonés, Yasukazu Hamada, manifestó que Corea del Norte "disparó en el pasado misiles del tipo Hwasong 12 cuatro veces, con lo que esto puede ser el mismo tipo".
De confirmarse la distancia de vuelo, que Tokio estimó en 4.600 kilómetros, sería un récord para este tipo de proyectil, dijo el funcionario.
Corea del Norte sigue técnicamente en guerra con Corea del Sur y Estados Unidos desde que la Guerra de Corea (1950-1953) terminó en un armisticio y no con un tratado de paz, y desde entonces hubo numerosos enfrentamientos armados aislados a lo largo de la militarizada frontera que divide la península coreana.
Estados Unidos tiene unos 28.000 soldados en Corea del Sur para protegerla del Norte desde el fin del conflicto.
El régimen comunista de Corea del Norte desarrolló y probó armas nucleares, lo cual es ilegal, alegando que necesita disuadir un posible ataque de Estados Unidos, lo que suscitó grandes tensiones mundiales en los últimos años.
Autoridades surcoreanas y estadounidenses dicen que el líder norcoreano prepara una nueva prueba nuclear, posiblemente en noviembre, que sería la sexta desde 2006. El último fue en 2017.
Con las negociaciones con Washington y Seúl paralizadas desde hace tiempo, Kim redobló sus esfuerzos para modernizar el arsenal de la potencia nuclear y desplegó un número récord de ensayos armamentistas.
La semana pasada, Corea del Norte disparó hasta cuatro misiles balísticos de corto alcance, incluido uno apenas horas después de la visita de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris a Corea del Sur.
En paralelo a esta escalada de pruebas del país comunista, Seúl, Tokio y Washington intensificaron sus maniobras militares conjuntas frente a las costas de Corea del Sur, algo que Corea del Norte considera un ensayo para invadirla.
El más reciente lanzamiento envía un mensaje claro a Estados Unidos, señaló Park Won-gon, profesor de estudios norcoreanos en la Universidad Ewha, en Seúl, a la agencia de noticias AFP.
Los misiles, capaces de llevar ojivas nucleares, "ponen a Corea del Sur, Japón y al territorio pacífico estadounidense de Guam dentro de su alcance" y evidencian que Corea del Norte puede atacar bases estadounidenses con armas atómicas si estalla una guerra en la península coreana, acotó Park.
Con información de Télam