El flamante canciller alemán, Olaf Scholz, en el cargo después de unas elecciones marcadas por el derrumbe histórico del campo conservador de la canciller Angela Merkel, es un socialdemócrata de tendencia centrista, que convenció al electorado ofreciendo una imagen de idoneidad y competencia.
Durante mucho tiempo, Scholz, de 63 años, libró lo que parecía una batalla perdida en la campaña electoral ubicándose en las encuestas por detrás de los democristianos de Merkel y los Verdes.
Sin embargo, unas cuatro semanas antes de los comicios, su formación, el Partido Socialdemócrata (SPD) se adelantó a la competencia y al final quedó en primer lugar.
El partido más antiguo de Alemania se benefició del hecho de que Scholz era mucho más popular como candidato a canciller que el demócrata cristiano Armin Laschet y la ecologista verde Annalena Baerbock.
Después de que Merkel anunciara que no volvería a presentarse después de cuatro mandatos, el vicecanciller supo defender la continuidad en tiempos inciertos.
Ahora los votantes confían más en él en el papel de "hombre ancla" después de la partida de la "mujer ancla", como dijo el conocido politólogo Gero Neugebauer.
Scholz jugó la carta de Merkel en la campaña electoral y ganó.
El flamante canciller tiene una larga experiencia política. Su carrera comenzó en Hamburgo, donde este nativo del estado de Baja Sajonia creció y estudió derecho. En 1998, ya titulado como abogado, llegó a la Cámara baja del Parlamento alemán.
Fue secretario general del SPD desde 2002 hasta 2004 en la era del canciller socialdemócrata Gerhard Schroder, época en la que era criticado porque a menudo utilizaba frases vacías en lugar de hacer declaraciones concretas.
Tras la derrota electoral de Schroder en 2005, Scholz fue ministro de Trabajo de 2007 a 2009 en la primera coalición de conservadores y socialdemócratas bajo el mandato de Merkel.
Dos años después, tras la victoria del SPD en las elecciones parlamentarias de Hamburgo, se convirtió en el alcalde de la ciudad, capital de uno de los 16 estados federados alemanes. Lo siguió siendo hasta su nombramiento como ministro federal de Finanzas en 2018. Scholz describió una serie de disturbios ocurridos durante la cumbre del G20 en Hamburgo en 2017 como su "momento más difícil" durante este tiempo.
Una comisión parlamentaria también está investigando si influyó durante su gestión como alcalde en el benévolo trato fiscal dispensado a un banco hamburgués a raíz de un fraude al fisco con acciones no transparentes.
Como ministro de Finanzas del último Gobierno de Merkel, Scholz causó furor al comienzo de la pandemia de coronavirus en 2020 cuando dijo que la mayor economía de Europa tenía que salir ahora de la profunda recesión "con estruendo", y se invirtieron miles de millones para que las empresas pudieran sobrevivir al cierre por pandemia.
Durante el mandato de Scholz también se produjo la quiebra del proveedor de servicios financieros Wirecard, en la que la autoridad de supervisión financiera Bafin, que estaba subordinada a él, no hizo un buen papel.
Scholz fue considerado durante años un representante del ala de izquierda del partido, crítico con el capitalismo, durante su etapa como vicepresidente de las Juventudes Socialistas -las juventudes del SPD-, pero en la actualidad es considerado un socialdemócrata centrista.
En 2019, se presentó sin éxito a la presidencia del partido; en una encuesta de afiliados, ganó el dúo formado por Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans, más orientados a la izquierda.
Estos últimos, sin embargo, fueron lo suficientemente inteligentes como para dejar que Scholz se postulara como candidato a canciller.
Su estilo serio y sin pretensiones, no muy diferente al de Merkel, también lo llevó a forjar una coalición tras las elecciones generales entre socialdemócratas con mentalidad sindical, verdes preocupados por el clima y liberales favorables a las empresas.
Nunca levantó la voz, recuerdan los que participaron en las negociaciones.
"Olaf Scholz cuenta con una estructura interna que le permitirá llevar a este país hacia adelante a partir de un conjunto claro de valores y para representar a mucha más gente que la que votó socialdemócrata, verde o liberal", dijo el líder liberal Christian Lindner en la presentación del acuerdo de coalición.
Con información de Télam